Susana Díaz no dudó al entonar cierto mea culpa durante el acto de entrega de las medallas de Andalucía por no haber llegado a tiempo para otorgársela a Chiquito de la Calzada. La presidenta lo incluyó en su discurso institucional, expresando su pena porque el genial y querido humorista no hubiera recibido en vida tan distinción, que ayer recogió su sobrina. Es cierto que en varias ocasiones se había solicitado la medalla de Andalucía para Chiquito, pero, como ocurre en este tipo de premios, a veces se valora que varias personas reúnen méritos y hay que optar por una, dejando a otra, tal vez, para el año siguiente. Eso ocurrió en este caso, y la Junta de Andalucía fue muy criticada por ello. Bueno, pues ha llegado, aunque «dolorosamente tarde».