Ganan buenos sueldos (aunque no superen tres salarios mínimos por cabeza, es decir, seis), esperan gemelos y viven de alquiler en Rivas-Vaciamadrid, así que es normal que quieran, como casi todos los españoles, una vivienda en propiedad. Lo que pasa es que los dirigentes de Podemos Pablo Iglesias e Irene Montero han sido muy críticos con los que gastan, sin ir más lejos, más de 600.000 euros en un apartamento, como el exministro De Guindos, e Iglesias aseguró que un político no debe vivir en un chalet porque se aleja de la realidad. ¡Ay, de ahí viene el escándalo: una cosa es predicar y otra dar trigo! Menos mal que se van a Galapagar y no a la Moraleja.