Seguro que todos sabemos quiénes son estos dos personajes con los cuales quiero hacer una reflexión sobre los mentirosos y la importancia de contar con conciencia moral.

La conciencia moral es esa voz interior que nos obliga a actuar de una forma y que nos dice si son correctas nuestras acciones, lo que capacita al ser humano para captar y vivir los valores humanos. En el cuento de Pinocho está simbolizada por Pepito Grillo, que con toda paciencia, trata de aconsejar a Pinocho para que no se meta en líos y le muestra las consecuencias nefastas que tiene no escucharle.

La conciencia es algo intrínseco del ser humano, de hecho, podría decirse que es eso precisamente lo que nos diferencia de otros animales o lo que nos define como seres humanos.

Entre los cinco y siete años, queda ya formada y adquirida, lo que me asombra bastante, pero esto es así porque es tan fácil como enseñarle a estas personitas que no debes hacer nada que no te gustaría que te hicieran a ti, es decir, que va ligada a la empatía. Esto hace que una persona se sienta mal cometiendo actos que pueden dañar a otra persona y no convertirse en un egoísta que solo mire y actúe por su propio interés o capricho sin tener ninguna consideración por los demás.

A los seres humanos se nos hace incomprensible que existan algunas personas que sean capaces de cometer ciertos actos como abusos, estafas, violaciones, robos, vandalismo, infidelidades, asesinatos, corrupción, agresiones, engaños y esto es debido a que no somos conscientes de que convivimos en sociedad con algunos seres defectuosos, ya que no cuentan con conciencia moral ni empatía, pero ojo, eso no quiere decir que cognitivamente no sepan distinguir lo que está bien de lo que está mal, sino que sus actos van dirigidos a lograr sus fines egoístas o a alimentar su ego desmesurado. Solo se importan a sí mismos, si eso implica utilizar o dañar a los demás, no les supone ningún desconsuelo, remordimiento ni sentimiento de culpa. Es por eso, que aunque tengan apariencia humana, no lo son y resulta muchas veces, muy difícil detectarlos, pues lo ideal sería mantenerlos lo más lejos posible. Pinocho es dado a la mentira y esto es fácil de entender teniendo en cuenta que no tiene conciencia propia o interna y cuando Pepito Grillo no está a su lado, la mentira florece o hace crecer su nariz, es decir, es incapaz de ser consecuente o ser responsable de lo que puede llegar a provocar con sus mentiras.

Es por eso que la estructura del comportamiento de las personas sin conciencia moral ni empatía, esté cimentada y basada en la mentira. Mienten tanto como respiran, y quiero hacer saber, que la ausencia de la verdad o la verdad a medias, también es mentir, ya que la mentira no es otra cosa que hacer abuso de la confianza que tiene puesta en nosotros la persona a la que mentimos. El mentiroso lo sabe y eso le da mucha libertad para actuar impunemente y seguir aprovechándose de todo aquel que le rodea.

Estaría bien que estas personas sin alma, porque eso es lo que son en el fondo, tuvieran una nariz enorme para así poder detectarlos, pero por desgracia no es así, y como buenos estafadores y actores que son, van por el mundo disfrazados de seres humanos encantadores.

Si ves que una persona tiende a mentir o a no decir toda la verdad a otras personas, ten claro que a ti también te habrá mentido montones de veces y que quien miente, no solo no es alguien de fiar, sino que seguramente sea una persona sin conciencia de la que nada bueno puedes esperar de ella. Si lo detectas, considero necesario y humanitario que adviertas a otras personas a las que pueda estar engañando.

A los Pinochos del mundo sin Pepito Grillo, quisiera recordarles un refrán: «Las mentiras, como las cucarachas, tienen las patitas muy cortas».

* Escritora y consultora de inteligencia emocional