¿Hay algún comunicador inocente? Hasta ahora, el periodismo --controlado por empresas de comunicación con una línea editorial conocida por todos-- se mantiene como una opción creíble. Sin embargo, el auge de las nuevas tecnologías, que permiten el acceso universal a la comunicación, contrariamente a lo que cabría pensar, ha permitido una manipulación de contenidos y una sensación de que todo vale... en las redes, en la calle... Y así, unos y otros rivalizan en primar sus opiniones sobre el resto, sin caer en la cuenta algunas veces de que pueden haber rozado la línea de la legalidad. ¿Les suena?H