Contemplé en un museo de Múnich el cuadro de Rubens La matanza de los Santos Inocentes, que el día de hoy se conmemora. Herodes, burlado por los Reyes Magos, ordenó la matanza de todos los niños que había en Belén menores de dos años. Hace tiempo se prodigaban en la prensa las inocentadas. Los lectores se convertían en inocentes: personas fácil de engañar con noticias ligadas a la actualidad. Actualmente las «inocentadas» independentistas no necesitan de un día señalado, abundan a diario y este año tras la alocución de Nochebuena del Rey han aumentado. Son increíbles pero ya se encargan ellos y sus acólitos de que parezcan ciertas. Van disimuladamente avaladas por el poder político y dirigidas a una sociedad fácil de manipular. Por eso hoy me viene a la memoria don Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), «el maestro de la España moderna», tan adelantado a su tiempo con su monumental obra; especialmente la pedagogía y el derecho. Fue un hombre íntegro, «incapaz de mentir e incapaz de callar la verdad», como lo definió Antonio Machado. Incapaz, asimismo, de poner en circulación una «inocentada» interesada. Avizoraba con certera premonición que el problema de España iba convirtiéndose cada vez más en un problema de educación, y lo sigue siendo. Apelaba a una educación integral para formar ciudadanos libres y responsables. Única manera de que frente al espíritu sectario -hoy tan habitual- se actúe mediante el pensamiento y la reflexión. Alcanzan el poder gentes privadas de conciencia moral que nos tratan como lerdos inocentes.

* Periodista