Y quedó publicado que los muy ilustres, doctos y cautelosos jueces, los siete magistrados de la Sala de lo Penal de nuestro Tribunal Supremo por, al parecer frecuentemente inusual, consensuada unanimidad, han producido, tras conocido proceso judicial previa precisa instrucción, una densa y extensa sentencia sobre la propia resultante del golpe de Estado contra la norma constitucional de 1978, grave per se, encuadrándolo en modo de sedición, o contra el orden público, y no de rebelión, pues la casuística de la modificada y aplicable ley así lo posibilita, a tenor de la calificación de la concernida, subsiguiente y desarrollada violencia. Un hecho punible, en actual y momentánea situación de rato y aparentemente interruptus, dándose en Barcelona, Tarragona, Lérida y Gerona, organizado, dirigido y efectuado por algunos de los más destacados adalides políticos e institucionales de la región catalana, con representación estatal que en virtud de esa misma Carta Magna se les otorga, que asentados en la brecha utilizan para ello a una parte de la población afín ubicada en ese territorio, previamente adocenada, emasculada intelectualmente, adoctrinada en el separatismo, e instruida al efecto, tras haber sido sembrada con prodigalidad, durante años, con la semilla del cizaña, el odio, el resentimiento y la mentira, mientras perduraba la aquiescencia, consentimiento e indolencia, o pusilanimidad, con causa, de los distintos gobiernos democráticos de España y de los restantes poderes del Estado.

El soberanista xenófobo radicalizado ni da su brazo a torcer ni será permeable a la razón o a la templanza, habiéndose hecho fuerte contra la ley y el orden establecido, incluso con el laminado trance 1-O, intuyendo la debilidad que le supone al Estado, como a la autoridad gubernamental a la que se debe. Así pues el golpe no se define solo en la razón principal de la violencia que consigo pueda llevar como objetivo, aunque también esta finalmente se dé, sino en su manifiesta ilegalidad, en la propia conspiración, como en los medios usados para perpetrarlo.

* Doctor ingeniero agrónomo. Licenciado en Derecho