La economía figura siempre en el escaparate de la actualidad. O lo que es lo mismo, la economía interesa a los ciudadanos, no solo como uno de los pilares del desarrollo sino como fuente de un bienestar que nos haga vivir con mayores posibilidades, con menores sobresaltos. Quizás, por eso, es bueno dar un repaso a la prensa económica, a las páginas que nos hablan de avances y retrocesos en ese campo interesado y siempre interesante de las empresas, de los trabajadores, de la cesta de la compra, del momento que vivimos, de lo que nos espera y, en tantas ocasiones, nos desespera. De momento, este año 2019 empieza cuajado de incertidumbres políticas y económicas. Lo peor, dicen los economistas, es que esta situación no es inevitable ni el resultado de una cosmotragedia de tintes clásicos, sino de un Ejecutivo «cuyos medios son incompatibles con los fines que persigue». Y pasan a desglosar el panorama: «Las últimas medidas aprobadas por el Gabinete inciden de manera negativa en la generación de empleo, efecto que se agudizará en los próximos trimestres. El Gobierno ha optado por la entronización de un modelo que penaliza a quienes crean riqueza, interviene cada vez más en los mercados, agranda el Estado en su vertiente fiscal y de gasto, y se empeña en redistribuir una tarta menguante en nombre de la solidaridad». Esta visión de Bernaldo de Quirós dibuja, ciertamente, un panorama pesimista. Por eso, apunta la puerta de salida: «España tiene un futuro brillante si es capaz de transitar hacia una sociedad competitiva y abierta, que rompa con el asfixiante estatismo que atenaza sus energías». Bueno será que transitemos, de vez en cuando, por las páginas de información económica, para conocer mejor la realidad y el suelo que pisamos. Sobre todo, cuando la raíz de todo y el obstáculo principal para poner en práctica una política económica razonable es hoy, como siempre ha sido, de tipo ideológico-político. En todos los temas y problemas, el ciudadano de a pie debe tomar parte y aportar su granito de arena. Si no quiere pagar las consecuencias.

* Sacerdote y periodista