El incendio de Notre Dame ha impresionado y entristecido al mundo entero, pero el despliegue de fondos ofrecidos por millonarios para su reconstrucción no despierta adhesiones unánimes. Son varias las organizaciones, principalmente sociales, que se muestras escandalizadas ante esa rápida lluvia de millones, y que, bajo el lema Notre Dame puede esperar recuerdan las tragedias del hambre, de los refugiados, de la contaminación, de los gravísimos problemas que vive el planeta. Muchos piensan que no son temas comparables, que el legado del arte y la historia tienen una importancia que exige respuesta, pero es justo reconocer que hay personas que se han visto heridas por una sensibilidad que se dirige antes a las piedras que al ser humano.