El cuidado de la creación

Hoy se celebra la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, instituida por el Papa Francisco en el año 2015. El origen de esta convocatoria es ecuménico. Francisco, en sus cartas enviadas al presidente del Consejo Pontificio Justicia y Paz, y al presidente del Consejo Pontificio para la promoción de la unidad de los cristianos, explicaba que es fruto de una «preocupación compartida con el querido hermano Bartolomé, patriarca ecuménico, para el futuro de la creación»; y también, «acogiendo la sugerencia de su representante, el metropolita Joannis de Pérgamo», que intervino en la presentación de la bien valorada carta encíclica Alabado seas, Laudato si. La Iglesia ortodoxa celebra desde hace tiempo una jornada parecida a este mismo día. Gestos ecuménicos como este son especialmente creíbles ante la opinión pública mundial, que muestra la «creciente comunión con los hermanos ortodoxos». «Vivimos en un tiempo --dice el Papa--, en el que todos los cristianos afrontamos idénticos e importantes retos, y a los que tenemos que dar respuestas comunes si queremos ser más creíbles y eficaces». El obispo de Roma, en su carta, insiste en la espiritualidad ecológica que nace de la Alabado seas. A la luz de la Encarnación, afirma de nuevo que «la espiritualidad no está desconectada del propio cuerpo, ni de la naturaleza o de las realidades de este mundo, sino que vive con estas y en estas, en comunión con todo lo que nos rodea». En el paraje desértico de una ermita románica, en San Llorens Savall, podemos encontrar una imagen de la Virgen, con la advocación de la Virgen de la Ecología. Tema importante hoy. Por eso, el Papa Francisco nos hace tres llamadas urgentes: La llamada a ser protectores de la creación; la conversión moral en orden al cuidado de aquello que veneramos y apreciamos; y la llamada al diálogo y a una nueva solidaridad global. En una palabra, abogar por el cuidado de nuestra casa común. Los desafíos resultantes de la desigualdad global y la destrucción del medio ambiente están interrelacionados, y son las mayores amenazas a la familia humana.H