El sábado y domingo pasado desapareció el covid durante 48 horas. ¡Aleluya! Descansamos durante dos días. Solo había nieve y nieve por todas partes en los telediarios, pero especialmente en Madrid. Y por mucho que sea la capital del país y la actividad económica dependa en gran parte de ella, como hemos podido ver a lo largo de la semana (¡menos mal, algo de sentido común!) Madrid no le llega ni a la punta del pie ni a lo que sufren Aragón, Asturias, Cantabria, Castilla y León, Navarra y el País Vasco, que se mantienen en alerta amarilla.

Eso sí que es una tragedia y, de nuevo, no estábamos preparados. ¡Hurra! El comienzo de 2021 se parece tanto a 2020... Al menos, las vacunas han llegado, están bien conservadas y comienzan a suministrarse poco a poco. Buf. Al menos eso.

Volviendo a Madrid, esto es un desastre. La mayor parte de los pequeños comercios siguen sin poder abrir sus puertas y las calles heladas. Mucho anunciar que han establecido lugares para que las comunidades de vecinos dispongan de sal pero... ¡Si no pueden llegar! Alcalde, que hay tres personas solo picando en mi calle después de 8 días de nevada. ¿Usted cómo piensa que vamos a hacer que la ciudad recobre su ritmo, si la ciudadanía ha aportado más a los barrios que los medios que usted ha puesto a «nuestro alcance»?

En vista de que seguimos catastróficas perdidas y ahora con dos motivos, mejor colaborar en lo que se puede y complementarlo con algo de evasión: la serie The Split. Mi gran descubrimiento de estas fechas, creada por Abi Morgan (¿por qué ha tardado tanto en llegar a mi vida esta pedazo de guionista?). Devorada vorazmente en apenas días, muestra la pura realidad de lo que es la familia y el matrimonio, algo que siempre sale a la luz en, durante o después de las fiestas navideñas, más allá de lo humorístico del ‘Villancico para mi cuñado Fernando’ de Love of Lesbian. La protagonista, Hannah Stern, me ha dado un buen intensivo de lo que ya conozco y lo que vendrá. ¡Y yo que pensaba que ya me lo había enseñado todo Alicia Florrick en ‘The good wife’! Qué equivocada estaba. Desconocida aquí en España, The Split se sucede en un bufete de abogados especializados en divorcios (para más inri). Madres y padres del mundo, vedla, se lo debéis a vuestras hijas. A veces la separación es la mejor salida para no corromper una familia y el futuro de sus integrantes.