La presencia institucional de Córdoba en Biofach, la feria de productos orgánicos y ecológicos más importante del mundo, que se celebra en Núremberg (Alemania), persigue el ambicioso objetivo de que nuestra modesta feria del ramo, Biocórdoba, rompa las imaginarias fronteras de la provincia y Andalucía y se haga un sitio en el ámbito internacional. Aunque varias empresas cordobesas participan habitualmente en este certamen --este año concurren nueve, casi todas aceiteras-- la habilitación de un estand para promover Biocórdoba es un paso interesante, que ha contado, además, con un fuerte respaldo institucional: la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, embajadora de la marca; el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz --anfitrión de Biocórdoba-- y el viceconsejero Ricardo Domínguez que, junto con la consejera delegada de Extenda, Vanessa Bernad, representó a la Junta de Andalucía. Del certamen alemán pueden surgir ideas y contactos para la edición de Biocórdoba en octubre. A nadie se le ocultan las dificultades que ha atravesado nuestra feria, pese a ser la principal en Andalucía y ser Córdoba una de las provincias con más superficie de estos cultivos respetuosos con el medio ambiente, con la «calidad ampliada» de ser productos sabrosos, sanos y sostenibles, como señalaba Ambrosio. La dificultad para abrir mercados y convencer al consumidor requiere constancia, pero también osadía y entusiasmo.