El Pleno del Ayuntamiento de Montilla ha dado luz verde a la modificación de la ordenanza reguladora de terrazas y veladores en la vía pública con el objetivo de "poner en marcha un proceso de unificación de estas instalaciones". Así lo justificó la teniente de alcalde de Infraestructuras, Urbanismo y Medio Ambiente, Raquel Casado, quien precisó que, con esta medida, el Consistorio pretende "mejorar la imagen de Montilla para hacerla más atractiva y amable al visitante", a la vez que "se pretende favorecer el equilibrio entre el interés privado y el uso público en estos espacios".

La edil montillana añadió que esta modificación de la ordenanza "trata de responder al creciente número de veladores" que se han instalado en la localidad en los últimos meses, "muchos de ellos motivados por las limitaciones establecidas a raíz de la pandemia del coronavirus". Unas instalaciones que, como apuntó Casado, "en algunos casos están constituyendo espacios cerrados, aparentemente privativos, que no tienen cabida en la legalidad vigente".

"Lo que pretendemos es unificar esos toldos que ocupan la vía pública, ofreciendo un tipo de instalación que cumpla con los requisitos legales y que sirva de base para quien quiera instalar un velador", resaltó la edil, que, asimismo, precisó que la modificación normativa "también plantea una simplificación en los trámites necesarios para implantar este tipo de toldos", al eliminar la necesidad de contar con una licencia de obras para su instalación.

La medida contó con el respaldo de todos los grupos con representación en el Pleno del Ayuntamiento, al considerar "necesaria" la regulación de estos espacios "con el objetivo de mejorar el modelo urbanístico de la ciudad" y, al mismo tiempo, "garantizar la libre circulación de los peatones en las diferentes vías del municipio".

Con todo, conscientes de la delicada situación económica que atraviesa el sector de la hostelería y dado que han sido muchos los negocios que han realizado esta inversión a raíz de la pandemia, la Corporación municipal acordó fijar en cinco años el plazo para que los propietarios de bares, tabernas y restaurantes puedan acometer la sustitución de estos elementos ya existentes en la vía pública, a la vez que plantearon la posibilidad de habilitar una línea de ayudas financiadas con cargo al Fondo Covid que recogen los presupuestos municipales para el año 2021, con una dotación de 165.000 euros.