El Ayuntamiento de Montilla inauguró el pasado mes de junio un nuevo espacio biosaludable en la avenida del Marqués de la Vega de Armijo, en las inmediaciones de la estación de tren.

La nueva infraestructura, que ha contado con un presupuesto cercano a los 600.000 euros procedentes del Plan de Fomento del Empleo Agrario (PFEA) 2018, se compone de un parque deportivo y de un sendero peatonal de unos 3 kilómetros que circunda parte de la vía férrea Córdoba-Málaga hasta la rotonda que conecta la barriada de Santa María con el polígono Picos de El Cigarral.

La actuación, que ha permitido emplear a 234 trabajadores, da respuesta a una petición que los propios vecinos venían planteando al Consistorio. «Se trata de una zona que tenía una carencia importante de seguridad», reconoció el alcalde de la localidad, Rafael Llamas, quien hizo hincapié en que «estos espacios biosaludables forman parte de la estrategia del equipo de gobierno que persigue favorecer un municipio mucho más amable y acogedor mediante la práctica del deporte y, de este modo, mejorar las condiciones de salud, principalmente de las personas mayores».

La nueva zona biosaludable se suma a las situadas en el Parque Tierno Galván y en el Paseo de Cervantes, si bien, como apuntó la teniente de alcalde de Infraestructuras, Urbanismo y Medio Ambiente, Raquel Casado, el Ayuntamiento ha recibido «peticiones concretas» para dos zonas más: una en el Parque de la Rehoya, junto a la Ronda Norte, y otra en la Vereda del Cerro Macho, un núcleo de población situado en la Sierra de Montilla.

Junto a la creación de nuevos espacios diseñados especialmente para favorecer la vida activa y los hábitos saludables de la población mayor, el Ayuntamiento de Montilla continúa su apuesta por la mejora de las áreas infantiles existentes en distintos puntos de la ciudad.

En este sentido, durante el anterior mandato se actuó en seis parques infantiles de la ciudad situados en las calles Perú, Vendimia, Guillermo Núñez de Prado, Clara Campoamor y Plaza de los Poetas. Todo ello requirió una inversión superior a los 70.000 euros, procedentes de fondos municipales y de diferentes programas de ayudas provinciales.