La mala fortuna se alió con el Tottenham en Wembley y dos carambolas, en forma de goles de Georginio Wijnaldum y Roberto Firmino, dieron la victoria (1-2) a un Liverpool que continúa su impoluto camino en la Premier League y firma su mejor arranque desde la temporada 1991/1992. Los de Jürgen Klopp alcanzan los quince puntos y siguen líderes de la liga, mientras que el Tottenham enlaza dos derrotas y comienza a ver cada vez más lejos la posibilidad de ser uno de los aspirantes al título. El arranque propuso todo lo que se espera cuando Tottenham y Liverpool chocan en un terreno de juego. Cuando no se había cumplido aún el primer minuto de juego Andrew Roberton sirvió un balón desde la banda, Sadio Mané lo mandó a las redes y comenzó a celebrarlo, hasta que al levantar la cabeza, se encontró con el banderín del juez de línea levantado. Gol bien anulado y lo que apuntaba a partidazo rápidamente se disolvió.