CÓRDOBA

PALACIO DE CONGRESOS

SÁBADO 8

20.30 HORAS

Jarabe de Palo nunca fue un grupo de moda, tiene su brecha abierta y explota, en el mejor sentido, un sello de identidad basado en una actitud política coherente en sus textos, en una claridad meridiana en cuanto a lo musical, que roza lo naif, y, por tanto, en unas canciones pegajosas (o pegadizas) que solucionan rápidamente una lista de éxitos. Clarividencia pues, necesaria e incluso innata, del publicista y alma máter del grupo, Pau Donés, acostumbrado a esto de los medios de comunicación y al marketing, como buen profesional del campo laboral de donde proviene, con esa magia capaz de reconvertir, por ejemplo, un lapsus en imagen de marca. Grita, La Flaca, Depende, Bonito… Son éxitos rotundos del tarareo mundano, lo deseado, estratégicamente colocados en tiempo y forma para arrancar lo solicitado de un mercado extraño como el español. Latinidades como arma o señas de identidad que, a veces, se pueden volver en contra y, por lo tanto, Donés les suelta rasgos de rockería, que, bien mezclados, configuran su invento personalísimo. Y lo viene haciendo décadas, si bien, con la tranquilidad y obligadas pausas a la que aboca una delicada salud y valiente actitud frente a ella.

Es difícil conseguirlo, pero Jarabe de Palo suena desde siempre a ellos mismos, con esa voz casi monotonal que martillea e identifica. Son doce discos ya donde han sacado partido de un minimalismo bien concebido y retocado lo justo para agradar. Con una pizca de diversión bailona y otra de compromiso y sinceridad encontraron su camino calmoso del éxito, algo con lo que se nace y se puede llamar carisma, uno de los más preciados dones de Donés y de cualquier artista.

Pero después de varios conatos de compromiso con la continuidad, Jarabe de Palo para, y lo hace por un tiempo indefinido. Será a partir del 1 de enero de 2019 cuando cese la actividad, no sin antes compartir tres proyectos importantes: Un disco, Jarabe Filarmónico, con 13 canciones inspiradas en los conciertos que ofrecieron con la Orquesta Filarmónica de Costa Rica. Un libro, más de 200 páginas en donde aparecen los textos de cien canciones ya editadas, acompañadas en muchos casos por el manuscrito original. Y una gira, que llega mañana a Córdoba, donde se resumen veinte años de carrera en casi dos horas de un espectáculo con el que Jarabe dice adiós a los escenarios por un tiempo largo, aunque nunca para siempre.