A unos cien metros a la izquierda de la torre, en dirección suroeste, penetrando ya en el término de Luque, se ubica la boca de una interesante cavidad conocida como sima de Fuente Alhama. Al lado, vemos un monolito en homenaje a Francisco Padilla García, y es que el 15 de abril de 1981, este espeleólogo perteneciente al Grupo Espeleológico de Priego de Córdoba sufrió un accidente en la sima al soltarse la cuerda por la que descendía, provocándole heridas muy graves que le causarían la muerte una semana después. Este desgraciado suceso debe servir de advertencia para los curiosos que pretendan penetrar en la sima sin conocimientos ni equipamiento adecuado, ya que se trata de una cavidad que presenta un desarrollo vertical, con un aspecto totalmente caótico a base de bloques gigantescos dispuestos en un equilibrio muy inestable. Los primeros datos conocidos sobre esta sima se remontan al año 1965 durante una expediciónespeleológica. La cota mínima de la sima se fijó en -210 m, por tanto, bastante alejado del nivel conocido y topografiado en la actualidad, ya que los últimos trabajos han proporcionado una cota mínima de -157,2 metros y un desarrollo horizontal de 369,44 metros.

La Sima de Fuente Alhama es bastante pobre en espeleotemas, limitándose a algunas formaciones aisladas como coladas, algunas banderas y algunas estalactitas teñidas de rojo por óxidos de hierro, pudiendo apreciarse también algunas colusiones. Sin embargo, existe en la sima un interesante yacimiento arqueológico, con abundante material cerámico localizado en las partes superiores, destacando varios fragmentos que corresponden a un mismo vaso de época neolítica.