Unos 150 niños de cinco años de los centros educativos aguilarenses participaron en la reforestación en el recinto ferial. «Una actividad medioambiental participativa con los colegios del municipio», como señalaba Manuel Olmo, concejal de Medio Ambiente. En esta ocasión, se plantaron unos 150 árboles de variedades autóctonas como romeros, pinos, adelfas, algarrobos, salvias u olivillas. Árboles de hoja perenne, principalmente y que requieran poca agua, aunque provean de un sistema de riego por goteo «que garantizará el crecimiento de los árboles», según informaba Cristóbal Reina. Asimismo, se han repartido 150 etiquetas con los nombres de cada niño y niña, para que se cree el «vínculo afectivo» ente el árbol y el niño o la niña, sea más estrecho, según aseguraban.

Entre sus objetivos están formar un cortavientos natural en el filo del castillo, zona donde se sitúa la Feria Real. De esta manera, dotar de una mayor masa arbórea, que traerá más beneficios como la retención de partículas, actuará como pantalla verde, ayudará a sujeción del suelo de la ladera. Así como educar y concienciar, ya que «el alumnado actúa como difusor a esos adultos de su alrededor de actividades medioambientales» . Por otra parte, esta actuación, se encuentra dentro de las más de medio millar de reforestaciones que, desde el Ayuntamiento, prevén hacer en todo el municipio. Olmo concluía agradeciendo al Centro Agropecuario de Diputación de por el suministro gratuito de las especies.