Rodeado de autoridades de muy diferentes ámbitos de Córdoba, el nuevo presidente del Colegio de Farmacéuticos, Rafael Casaño, tomó anoche posesión de su nuevo cargo. Además, tomó a su vez posesión el resto de junta directiva, que en los puestos principales está representada por Josefina Redondo, vicepresidenta; Antonio Ortega, secretario; Milagros Pérez Angulo, vicesecretaria, y Rafael Millán, tesorero. Como vocales estarán Julio César Fernández Romero, Eusebio Baena López, Francisco Alcalá Gimenez, Belén Vega Rosas y Antonio Serrano López. En su intervención, Rafael Casaño, que lleva vinculado al Colegio de Farmacéuticos de Córdoba desde el 2003, expuso que se esforzará por los más de 1.000 colegiados de la provincia.

Al margen de tener unas sentidas palabras para su antecesor, Práxedes Cruz, resaltó la importancia de que el ejercicio de esta profesión se extienda por cualquier punto de la provincia, no solo en las zonas más habitadas, sino también en el último núcleo rural. Por otro lado, hizo un llamamiento a la integración del farmacéutico en los planes sanitarios de la administración y dijo mirar el futuro con optimismo, «pues ante todos los retos los farmacéuticos responden mejorando el servicio profesional, como ha ocurrido con el sistema de verificación de medicamentos o con la ya veterana receta electrónica, que será una prioridad para los próximos cuatro años». Casaño quiso acabar su discurso mostrando agradecimiento a su padre, que le enseñó a querer la profesión que comparten.