Bajo el nombre la Crisálida del torero: el capote de paseo, se ha inaugurado en el Museo Taurino de Córdoba una exposición con una recopilación de capotes de paseo empleados en faenas históricas. En total, son ocho los expuestos: tres que pertenecieron a Lagartijo el Grande (uno de cuando tenía tan solo 11 años de edad y era banderillero) y dos del fondo del Museo, uno de Guerrita (despedida en Zaragoza 1899), uno de Lagartijo Chico (capote de luto, por su tío Lagartijo, de su alternativa en Madrid), uno de Manolete (1940), uno de El Cordobés (tarde de su alternativa 23-5-1963) y uno de Zurito. Se complementa la muestra con dos chaquetillas que lució en su día Manolete, una de la primera novillada que toreó en Córdoba (1933) y la otra, verde y oro, cedida por la Hermandad del Prendimiento (1947), la copia de la escultura yacente del Mausoleo del cementerio Ntra. Sra. de la Salud, obra de Amadeo Ruiz Olmos, y cuatro lienzos de gran tamaño de distintos autores, el de Guerrita de Julio Romero de Torres (1899), el de Machaquito de José María López Mezquita (1915), el de Manolete de Ángel Espinosa Herrer (1947) y el de El Cordobés de Aurelio Moreno Pérez (1961), así como un mantón de manila cedido por la bailaora Blanca del Rey, bordado al pasado con hilo de seda.

Inauguró la muestra la teniente de alcalde del Casco Histórico y Patrimonio, Laura Ruiz, acompañada de la comisaria de la muestra, María del Mar Zafra; del director de Cultura Leopoldo Tena; y del restaurador del Museo, Andrés Garrido.