Pedro Sánchez y el papa Francisco se han reunido este sábado en la Ciudad del Vaticano durante 35 minutos, en un encuentro que ha servido, según la Moncloa, para que ambos mostraran su sintonía en asuntos que van de la "justicia y la solidaridad" a la lucha contra el cambio climático y el coronavirus, pasando por la inmigración y la educación.

"Sánchez y el Papa han mostrado su sintonía respecto a la necesidad de construir un mundo basado en la colaboración y en la solidaridad. El jefe del Ejecutivo ha subrayado la importancia de la cooperación entre los países, del multilateralismo, para hacer frente a retos globales actuales como la justicia social y la sostenibilidad ambiental. El presidente del Gobierno ha destacado que cada vez es más necesario contar con la colaboración de un gran número de países para hacer frente a los desafíos globales, como la actual pandemia de covid-19 o el cambio climático", ha señalado la Moncloa tras la cita, en la que el presidente ha regalado a Francisco un facsímil del 'Libro de Horas', del obispo Juan Rodríguez de Fonseca (un texto con ilustraciones de rezo para uso privado), mientras Francisco ha obsequiado al líder socialista con un bajorrelieve dedicado a la misericordia y una copia de todas sus obras escritas desde que fue nombrado Pontífice.

La relevancia de la cita

El entorno de Sánchez, que viene de superar la moción de censura de Vox esta semana, otorgaba muchísima importancia a esta reunión. Durante el debate en el Congreso, el propio presidente del Gobierno echó mano del Pontífice en su duelo con Santiago Abascal. Frente al líder de la formación de extrema derecha, que siempre hace gala de su ideología católica, el jefe del Ejecutivo alabó la figura "inspiradora" e "incuestionable" del Papa, y aseguró que "la fe es imprescindible".

La Moncloa suele subrayar que sus relaciones con el Vaticano son excelentes. La Santa Sede, señalan en el Gobierno, fue de gran ayuda para la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, de la que este sábado se cumple justo un año, y existe mucha sintonía en temas sociales con el papa Francisco, que esta semana apoyó por vez primera las uniones civiles entre homosexuales, "porque tienen derecho a estar en una familia". Los puntos en común, continúan en el Ejecutivo, también incluyen la necesidad de una "hermandad mundial para hacer frente a los grandes problemas de la humanidad", según reclamó el Pontífice en su reciente encíclica 'Fratelli tutti' y la defensa del multilateralismo para construir "un mundo más justo y solidario que defienda a los más vulnerables de los efectos de la enfermedad, el neoliberalismo y el populismo".

Sánchez, que ha estado acompañado por su esposa, Begoña Gómez, quiere que Francisco visite España cuando lo permita la pandemia. Desde que fue nombrado Pontífice, en el 2013, Jorge Bergoglio no ha viajado al país. La última vez que un papa estuvo en España fue en 2011, con Joseph Ratzinger al frente de la Iglesia Católica. El Ejecutivo no ha propuesto de momento la denuncia de los acuerdos con la Santa Sede firmados en 1979, algo que estaba incluido en el programa electoral del PSOE, pero sí quiere abordar medidas potencialmente conflictivas, como la publicación de la lista de bienes inmatriculados por la Iglesia y la necesidad de que esta pague el IBI por sus inmuebles. Según el comunicado de la Moncloa, estas iniciativas no han sido abordadas en el encuentro entre el Papa y Sánchez, que después se ha reunido con el secretario de Relaciones con los Estados, Monseñor Paul Richard Gallagher.