El Congreso ha celebrado el 42º aniversario de la Constitución en un acto muy diferente al de otros año. Por razones sanitarias, el tradicional discurso de la presidenta, Meritxell Batet, se ha trasladado al exterior, a la escalinata de la Puerta de los Leones, donde, delante de los miembros del Gobierno, algunos presidentes autonómicos, dirigentes de los partidos y altas autoridades del Estado, ha reclamado hacer una lectura "integradora" de la Carta Magna. Batet ha pedido a los políticos que no intenten apropiarse de ella convirtiéndola en "bandera y patrimonio partidista".

La presidenta de la Cámara baja ha apelado a la necesidad de que las formaciones políticas dialoguen y que entre ellas no se traten como "enemigos". "Hace ya mucho tiempo que sabemos las consecuencias nefastas de considerar al adversario político un enemigo, de negarle la legitimidad, de asumir un enfrentamiento constante e incondicional. El objeto del debate político democrático no es eliminar al contrario, sino integrarlo y transformar sus posiciones", ha afirmado.

Antes del inicio del acto, algunos dirigentes políticos han hecho declaraciones. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha celebrado lo "42 años de democracia, de libertades, de derechos, de concordia, de convivencia" que la Constitución ha facilitado. "Hay muchísimos argumentos, muchísimas razones para celebrar la vigencia de nuestra Carta Magna. Y hay dos razones más este año: la primera es que gracias a un instrumento constitucional como es el estado de alarma estamos dando una respuesta eficaz a la peor pandemia del ultimo siglo. Y en segundo lugar: después de dos años de bloqueo las cortes generales han aprobado unos Presupuestos que elevan a la máxima categoría el alma social de nuestra Constitución", ha declarado.

No lo ven así algunos dirigentes de la oposición, que consideran que Sánchez se ha aliado con los "enemigos" de la Carta Magna, en palabras del portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. El apoyo a las cuentas públicas para el 2021 de Bildu y ERC significa también para Pablo Casado, líder del PP, un error, porque, en su opinión, esos socios pretenden acabar con la monarquía constitucional, con la España que salió de la Transición y que hicieron "los moderados". Casado ha señalado la "estupefacción" que deben de sentir las víctimas del terrorismo al ver que los "herederos de Batasuna son claves en la gobernabilidad".

Celebración en la calle

La celebración del 42º aniversario de la Constitución se ha trasladado este año a la calle por el covid-19. El acto se ha realizado en la Carrera de San Jerónimo. Allí se han colocado unas 200 sillas separadas frente a la escalinata y el atril en el que Batet ha hecho su intervención.

No ha habido tampoco el típico pica-pica posterior, donde los periodistas aprovechaban para hablar con los políticos y todos se amontonaban en los famosos corrillos. En total se juntaban más de 700 personas entre miembros del Gobierno, presidentes autonómicos, diputados y senadores. Tampoco se ha podido ver este año a los ciudadanos aplaudir o abuchear a los políticos cerca de la Cámara baja, aunque algunos, críticos, sí se han hecho sentir mientras Batet hablaba.

La presidenta del Congreso ha pronunciado su discurso acompañada por el presidente del Gobierno; la presidenta del Senado, Pilar Llop, la Mesa y portavoces parlamentarios de ambas cámaras, miembros del Ejecutivo y los presidentes del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas, y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.

Las ausencias

Al acto central fueron invitados, además, líderes de los partidos y representantes de otras instituciones, como el Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas, la Fiscalía General y el Consejo de Estado, así como los presidentes de las comunidades y ciudades autónomas y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.

Como otros años, no han acudido a esta celebración representantes de ERC, PNV, Bildu, Junts, CUP y BNG.