El Real Valladolid sigue en pie de guerra, con un Mata que continúa batiendo récords y que, con los dos goles marcados ante el Albacete, alcanza los 29, en un partido que controlaron los locales, pero cuyos errores les llevaron a tener que sufrir una vez más (3-2).

Los dos equipos salieron fríos y en los primeros compases se produjo una toma de contacto, sin que ninguno se arriesgase ni diera opciones de dejar abrir el juego al rival. Toni Villa empezaba a mostrar su ambición y, en un pase a Mata, este superó con su rapidez a la defensa albaceteña para internarse en el área chica, donde fue derribado por Gaffor. El colegiado señaló pena máxima que el propio Mata se encargó de transformar para subir al marcador el 1-0.

Pero en la siguiente jugada, Susaeta sacaba una falta que el ucraniano Zozulya remató de cabeza, a la perfección, superando a Masip y estableciendo el empate a uno. Supuso un jarro de agua fría para los vallisoletanos, a los que les costaba encontrar un resquicio en la defensa de cinco planteada por Enrique Martín, y tan solo Gianniotas consiguió crear cierto peligro con un disparo que se fue a la izquierda.

El Albacete se fue creciendo y no perdonaba los errores de la zaga blanquivioleta, que propiciaron una clara llegada de Héctor Hernández, cuyo disparo despejó Masip en una gran intervención. Esa facilidad con la que los manchegos alcanzaban el área local hizo despertar a los jugadores del Real Valladolid.

Fue Hervías el que reclamó su dosis de protagonismo con dos jugadas prácticamente consecutivas: un centro-chut que a punto estuvo de sorprender a Nadal y un potente disparo desde la frontal del área que el meta visitante despejó. Tras la reanudación, el Valladolid dejó claro que quería la victoria y salió con más intensidad que en la primera mitad, lo que trajo consigo una primera ocasión de Mata.