Quién se lo iba a decir al Córdoba. El destino ha traído hasta El Arcángel a un delantero apodado Willy que, además de leyenda del Extremadura -así lo etiqueta el propio club de Almendralejo-, es el autor probado de aquel lema que se grabó en el inconsciente colectivo blanquiverde gracias a una potente estrategia de marketing en medio de una catastrófica situación deportiva. ¿Se acuerdan? Sólo para valientes. La imagen de marca de tiempos convulsos, en los que León, Oliver, Zulategui y Sandoval parecían Los Cuatro Fantásticos. El Córdoba protagonizó por entonces su mayor hazaña de salvación de todos los tiempos y avistaba un porvenir idílico, aireando un listado de fichajes en el que figuraban los principales puntales de un Extremadura que estaba en plena pelea por salir de Segunda B. En aquel cuadro azulgrana estaban Carlos Valverde y Willy, uno poniéndolas y otro rematándolas. Ahora los dos serán blanquiverdes. El fútbol es una noria.

Aquella expresión -que llegó a provocar un rifirrafe entre los clubes por el asunto de los derechos de autor- la pronunció Willy en una entrevista publicada en diciembre de 2016 en El Periódico de Extremadura. El club de Almendralejo la usó después en el cartel anunciador de un partido ante el Jumilla en enero de 2017. Lo que pasó después es historia.

Más allá de lemas motivantes, el Córdoba necesita acción directa. Se ha desprendido de toda su batería de delanteros -Gabriel Novaes, Juanto Ortuño, Owusu- y ha reformado la vanguardia durante este mercado de invierno mirando hacia el club de Almendralejo, íntimamente conectado con el Córdoba en los últimos tiempos por los hilos -a veces invisibles, otras no tanto- de los intereses cruzados.