DesdeKCórdoba.

Grupos: The Wheel & the Hammond,

Trilogy 666, D. Donnier and His Bones.

Lugar. Teatro de la Axerquia.

Día: Miércoles, 3 de julio.

Siempre he creído que en Córdoba hay muchos artistas por metro cuadrado, un tesoro de una densidad propia de una ciudad con tanta historia. El pasado miércoles se abría el Teatro de La Axerquía en la trigésimo tercera edición --nada menos-- del Festival de la Guitarra para una representación de los músicos populares cordobeses. Había caras conocidas entre una discreta pero suficiente entrada, a pesar de lo asequible del ticket, que, no obstante, arropó a tres estilos muy diferentes que llenaron el escenario de elegancia, garra y colorido, por ese orden.

Abrió la noche The Wheel & the Hammond, que se confesaban orgullosos de estar en tal escenario. Son y se mostraron como una de las más firmes esperanzas del pop-rock cordobés candidata a traspasar fronteras, no sólo por sus textos y una vehemente voz cantante, sino por su mesura y elegancia en arreglos sobre una base que bebe de los grandes grupos británicos. Nos hicieron volver la mirada a las antiguas composiciones de pasadas décadas gloriosas que The Wheel & the Hammond acercan al presente con formas actualizadas, haciéndolas más tangibles y atractivas. Incluso volaron hacia aparentes paisajes folk escoceses, aunque de manufactura cordobesa, con la destacable intervención al violín de José Milán, nuevo bajista del grupo. Recientes contactos con discográficas independientes hacen pensar en un gran lanzamiento en breve.

Tras ellos, aparecieron en escena Trilogy 666 para dar un giro total a la noche. La garra desplegada por esta formación ya no es sólo patrimonio cordobés, ya que han multiplicado sus meritorios esfuerzos por estar presentes en las grandes citas del heavy rock español, y lo están consiguiendo. El miércoles estrenaban algunas de sus más recientes composiciones de su nuevo disco, Empieza el juego , y su sonido fue rompedor, aunque no hubiera estado mal, en general para toda la noche, haber podido retorcer algo más los potenciómetros de la mesa de mezclas. Trilogy 666 es la mejor representación cordobesa en su género, la contundencia y pasión de Juanma al bajo, mezclada con la sobriedad milimétrica de reloj suizo de Antonio Chino en la batería, son el caldo ideal para la tesitura extraordinaria de la voz de José Loki y las atronadoras guitarras, complementarias entre sí, de J.C. Pastrana y Rafa Medina.

Cerró la noche D. Donnier and His Bones. Otra vuelta de tuerca a la batidora de conceptos. Pusieron el colorido a una noche de menú variado con un espectacular eclecticismo exótico y divertido que va desde el calipso al rock & roll. Sus temas parecen conocidos aunque los escuches por primera vez, y eso se puede llamar dar con la tecla. Una diana formada por varios centros de interés en una variopinta banda que, casi a modo de trouppe , va calando poco a poco a medida que pasa el repertorio. Al frente, David Donnier, un líder carismático de ascendencia francesa entre Gurruchaga e Ian Dury que maneja y disfruta cantando, flanqueado por dos excelentes guitarristas de carácter y procedencia dispar que aun dan más juego y posibilidades. Mientras, la tranquilidad y seguridad la puso Enrique de la Cueva, motor y batería del grupo, junto a la calidez del espléndido sonido del bajo de Manuel Alcalá, sin olvidar la personalidad del instrumentista Scott McLain, enorme con la armónica.

Fue una noche merecida para la música cordobesa y quizás, siendo ambiciosos, no tan valorada como se hubiera deseado, por la cierta timidez de asistencia. Pero, por si aun no lo estaba o había alguna duda, quedó bien claro y patente el nivel de calidad y variedad de músicos que nacen Córdoba.