Mónica Bellucci es alta, bella, tiene el pelo negro y es italiana, por eso es inevitable que digan de ella que es la nueva Sofía Loren, "una de las mil nuevas Sofía Loren", puntualiza esta actriz que ha saltado barreras y acaba de rodar en España un filme de agentes secretos donde hace de "mujer malvada".

Bellucci, que hoy vuelve a París, donde vive, a terminar el rodaje de Agentes secretos , de Fréderic Schoendoerffer, mantuvo ayer un distendido encuentro en un lujoso hotel madrileño con un reducido grupo de periodistas para hablar de esta película, de sus próximos proyectos, entre ellos la tercera entrega de Matrix o La pasión de María Magdalena de Mel Gibson, y de cómo "una combinación de suerte y trabajo" la ha colocado en la cresta de la ola.

Hacía cuatro años que Mónica Bellucci no venía a España, donde rodó A los que aman , película de la que guarda excelentes recuerdos: "era la primera vez que trabajaba a las órdenes de una mujer y recuerdo gratamente Madrid, porque su cultura es muy parecida a la italiana, todo es muy solar", comenta la actriz, totalmente vestida de negro y dispuesta a hablar de Agentes secretos , donde comparte protagonismo con su marido, Vincent Cassel y los españoles Nawja Nimri y Sergio Pérez Mencheta.

"Es una coproducción italiano franco española que habla de agentes secretos, pero que es lo contrario a las películas de 007. No es de acción, sino que trata de la psicología de los espías. En mi caso, soy una agente secreto que vive como si fuera un hombre, muy sola, con riesgo constante de morir y sin poder confiar en nadie", explica Mónica Bellucci. La actriz se entrevistó con una ex espía para documentarse sobre esta mujer en la última misión de su carrera, buscando dejar el oficio.