El escultor cordobés José Luis Checa expone desde ayer en la librería La República de las Letras siete nuevas esculturas, cinco de ellas de pared con relieves en tres dimensiones, y dos exentas, que ocupan el lugar central del espacio. En esta ocasión, el artista ha dado color al hierro, tratándolo a fuego, algo muy distinto a lo que se acostumbra a ver. «Yo tatuo el hierro, modelando como si tuviera formas dentro de los mismos relieves», dice Checa, que asegura que estas piezas «son pura imaginación y no representan absolutamente nada», ya que en su proceso de trabajo es muy importante «la interacción entre la obra y el artista». «Yo hago una forma, que me va hablando, y cuando me gusta, la dejo estar. No quiero representar nada, solo que la gente la aprecie», continúa el escultor, que hacía tiempo que no exponía en Córdoba y ahora lo hará hasta el 8 de junio.