Un recuerdo infantil ha inspirado la nueva exposición del pintor cordobés Miguel Gómez Losada, que inauguró ayer en la Fundación Gala bajo el título Desde aquí se ven los delfines. Esta muestra aglutina unas 40 piezas con una gran variedad de formatos y soportes, y se trata de su obra más reciente y aún inédita, en la que ha trabajado entre los años 2013 y 2017, y se produce diez años después de su última exposición individual en Córdoba. Gómez Losada, que ejerce como artista tutor de los residentes de la Fundación Antonio Gala, reconoce que «cada exposición que hago me gusta ligarla a una vivencia, y este título viene de la visión de la mar rizada cuando era niño y de una respuesta de mi padre cuando le pregunté si aquello eran aletas de los delfines. Mi padre me dijo que era espuma de las olas, pero quién sabe si quizá esté pasando algún delfín».

Esa respuesta dilató la imaginación del pintor y ahora vuelca ese «hito» de su memoria en los cuadros que muestra, aunque «aquel episodio solo es el detonante», dice. El artista no es partidario de explicar sus cuadros porque cree que los «deforma», asegurando que la pintura es «pura evocación y puro teatro, y no tiene porqué aludir a la realidad, ya que la pintura habla de sí misma» y es «un lenguaje que no tiene traducción». «Se siente mientras se pinta, es por esto que cada cuadro acabado es una memoria», continúa el artista, que cree que «lo interesante es el hilo de los acontecimientos, es uno quien decide qué hitos son los importantes para la pintura, sobre cuáles se apoyará la forma de ser», comprobando así que «todo lo que recuerdo es afecto, lo demás se ha diluido, entonces creo que pintar es vivir en permanente estado de ensoñación romántica: mirar lejos y confundir la mar rizada con el paso de los delfines». La muestra podrá verse hasta el 20 de febrero.