Celos, traición, deseos, poder y honor se dan cita en la trama de la obra El castigo sin venganza, de Lope de Vega, cuya directora y tres de sus actores -Beatriz Arguello, Rafa Castejón y Joaquín Notario- han presentado esta mañana antes de que la Compañía Nacional de Teatro Clásico lo ponga en escena mañana y el jueves en el Gran Teatro, después de haber sido visto por más de 33.000 espectadores en Madrid.

Helena Pimenta está al frente de la representación de esta tragedia, cuyo texto pertenece a la época crepuscular del autor del Siglo de Oro español, «cuando, después de una vida agitada y experimentada, se ve desbordado y desafiado por los nuevos dramaturgos» y decide «escribir una obra maestra», ha señalado la directora. Según ha explicado, con esta pieza se percibe «a un Lope con un verbo extraordinario, en una trama increíble que toca temas apasionantes y apasionados».

Ambientada en Ferrara (Italia), Lope la definía como «la tragedia española» y narra la relación amorosa que mantiene Casandra, la joven esposa del Duque de Ferrara, con el Conde Federico, hijo bastardo del duque. Cuando este descubre el adulterio después de volver de la guerra, quiere castigar a Federico manteniendo su deshonra en secreto. El duque manda a su hijo para que mate a un traidor disfrazado que no es otro que Casandra para, después, mandar matar a Federico diciendo que este había asesinado a su madrastra porque creía que esta iba a dar a luz un heredero que le quitaría el ducado.