El escritor Carlos Zanón, el responsable de resucitar al mítico detective Pepe Carvalho en su novela Problemas de identidad, confesó ayer que desde el primer instante en que recibió el encargo tuvo claro que «quería hacer un libro con Carvalho, pero no de Vázquez Montalban». Zanón afrontó la oferta que le hicieron como «un reto» y se puso en la situación de «lo que es habitual en el mundo de los cómics, hacer nuevos libros de un personaje, como pasa con Supermán». En cualquier caso, el miedo escénico ha surgido en los últimos días previos a su lanzamiento, ayer, en librerías y «no tanto cuando acepté el encargo o cuando lo escribía». Confiesa Zanón que al principio muchos le aconsejaron que no afrontara el reto y relata algunas razones: «Yo ya había empezado una carrera, había fichado por Salamandra y si salía mal me podía lastrar».

Pero finalmente se decantó por la tentadora oferta porque «me permitía hacer por primera vez una novela policial y, además, nunca había trabajado con un personaje ni tampoco la había escrito en primera persona, y con un argumento que se moviera entre dos ciudades». Era tentador, añade, «la posibilidad de trabajar en un blockbuster (taquillazo), como si a un director de cine le proponen hacer un Indiana Jones». En Problemas de identidad, Carvalho anda desgarrado entre Barcelona y Madrid: En Barcelona le quedan los restos de su tribu y el despacho en el que sigue trabajando, y en Madrid está perdido en el laberinto de una mujer casada con un prohombre de la política nacional.