El Alcázar de los Reyes de Cristianos y todo lo que queda por saber de este emblemático monumento cordobés son el eje de unas nuevas jornadas de la Real Academia y el Instituto de Estudios Califales, que se celebrarán hasta el miércoles en el salón de actos del edifcio Pedro López, aunque hoy han comenzado en la Biblioteca Viva al Andalus. Este encuentro ha comenzado hoy lunes centrándose en la terminología que correspondería a este recinto, Alcázar o Alcázares, algo que tiene que ver directamente con su momento histórico.

Así, a través de 21 conferencias de expertos en arte, historia y arqueología se pondrá sobre la mesa toda la investigación que se ha llevado a cabo en el monumento, poniendo en sintonía todos los avances que se han ido sucediendo. "Habrá muchas diferencias de opinión, pero lo importante es que se sumen, que llegue a la sociedad y se pongan en valor", ha señalado José Cosano, director de la Real Academia, que también ha explicado que se debatirá sobre la cuestión del mecenazgo , "ya que el poder público no puede llegar a todo", lo que significa que "tiene que ser una iniciativa privada la que venga a poner recursos económicos", todo ello bajo "una Ley de Mecenazgo".

El director de del Instituto de Estudios Califales, José Luis Lope y López de Rego, ha sido el encargado de pronunciar la conferencia inaugural de estas jornadas, centrándose en el estudio histórico de la ubicación del Alcázar Real de Córdoba, que así denomina este experto al monumento, comenzando por sus funciones en distintas épocas, desde la romana, pasando por la bizantina, árabe y cristiana. Según el experto, esta última comienza cuando Alfonso XI compra todos los edificios que había en ese solar, de unos 4.000 metros cuadrados, para construirse su alcázar, aprovechando parte de lo que había construido Alfonso X El Sabio, que era la Torre de los Leones y un lienzo de muralla. Según Lope, la gran importancia de este espacio tiene que ver directamente con su ubicación. "Tiene un foso natural, que es el río Guadalquivir; un paisaje fantástico, y sobre todo, la explanada para paradas y desfiles militares", ha subrayado el experto. Todo el control que se ejercía desde esta ubicación, incluido el del agua, que en épocas de asedio era muy importante, ha hecho de este recinto siempre un centro de poder, y quizá sea el más desconocido.

Por su parte, la intervención de Juan Francisco Rodríguez Neila, catedrático de Historia Antigua jubilado de la Universidad de Córdoba, ha consistido en marcar una serie de factores de la Córdoba romana, que desde el momento de su fundación por Claudio Marcelo fueron decisivos en el destino de la ciudad con esencia de capitalidad, factores que luego siguen perviviendo en otras épocas de la historia.

"Quedan muchas cosas por descubrir del Alcázar y una de las cosas fundamentales es reconstruir con más fundamento arqueológico todo el entorno de este monumento en época romana, porque era un lugar de mucho dinamismo económico y centraba una serie de actividades de todo el entorno, que dieron a la ciudad un enorme prestigio como lugar de generación de riquezas, algo que que va en consonancia también con la importancia política que tiene una continuidad en otras etapas", ha subrayado Rodríguez Neila.