-¿Cómo se siente ante este recuperación de la figura de su padre?

-Muy orgullosa. Ahora se conoce más su obra.

-¿Qué recuerdo tiene de la última vez que lo vio?

-Vivíamos en París en el exilio. Pero cuando entraron los alemanes se tuvo que marchar. Verlo salir de casa con un maletín es mi último recuerdo.

-Y no volvieron a verlo más.

-Así es. Nos trasladamos a un pueblo de Sevilla y creíamos que allí íbamos a esperar a que terminara todo y reunirnos con él. Pero la cosa se alargó y él falleció antes de poder encontrarnos.

-¿Cómo era su padre?

--Era un hombre activo con poco tiempo.

-¿Cuándo se da cuenta de la valía de su padre?

-Cuando muere. Desde entonces fuimos acumulando conocimientos, y ahora soy más consciente que nunca de la figura de mi padre.