Una novela picaresca contemporánea

Editorial: Destino. Barcelona, 2015

Haciendo un homenaje a la novela picaresca clásica, en su última obra, El azar y viceversa, Felipe Benítez Reyes construye una historia que comienza en la España franquista de los años 60 y finaliza más o menos en la actualidad, cuyo protagonista, ya adulto, narra en primera persona a un tal «usted», cuya sorprendente identidad se revela justo al final el libro, la historia de su vida desde sus orígenes humildes (huérfano de padre a los doce años, su madre le hace abandonar unos estudios en los que va bien para que comience a trabajar, a los trece) hasta llegar a un presente en el que adquiere, por fin, la tan ansiada estabilidad (se casa, nacen sus hijas y goza de una economía desahogada) que los vaivenes y sinsabores de la vida le habían venido negando a lo largo de un dilatado periplo vital en el cual trabaja para numerosos amos; reside en diversas localidades; se abandona al alcohol, las drogas y la promiscuidad; pasa alternativamente de la miseria más absoluta a cierta solvencia monetaria en función del amo al que sirve en cada momento; a imagen y semejanza del pícaro del siglo XVII, sisa desde su más tierna infancia y roba con descaro a medida que crece; cae, se levanta y se redime para volver, cíclicamente, a caer, levantarse y redimirse. El azar y viceversa es una novela que se estructura en una sucesión de episodios, anécdotas y aventuras hilvanados por la presencia de un narrador-protagonista, los cuales sirven de marco para que Benítez Reyes refleje un completo panorama de la España de la época y de los tipos humanos que la pueblan, con sus virtudes y, especialmente, con sus defectos y vicios (mendigos, comerciantes, jubilados, jóvenes, prostitutas, militares, artistas…) y lo hace apoyándose, en ocasiones, en tópicos. Destacable es la crítica a la corrupción de la sociedad actual que se sustenta en la denuncia de empleados que roban sin piedad a sus jefes, de prósperas empresas que sus enriquecidos propietarios usan como tapadera para sus negocios ilegales y de políticos que mueven los hilos que permiten dar empleo a sus familiares y amigos. Pero El azar y viceversa es mucho más que una novela picaresca. Es una narración impregnada de numerosas referencias filosóficas, literarias, mitológicas, musicales o históricas realizadas por el protagonista, cuyo libro de cabecera es el Tesoro de la lengua castellana o española de Covarrubias; de un fino sentido del humor basado en juegos de palabras y contraposiciones de términos y estructuras sintácticas que la dotan de ese lirismo inherente a la pluma de su autor.