La constitución de una comunidad de regantes en Montemayor es un proyecto largamente esperado en la localidad. No en vano, hace una década se empezó a barajar la idea para aprovechar las aguas residuales de la depuradora. Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) terminó desechando la iniciativa, «a pesar de haber más de un centenar de agricultores interesados», según recordó el alcalde de, Antonio García.

Una década más tarde, el Ayuntamiento decidió reactivar el proyecto, después de que el propio regidor, junto a representantes de las dos cooperativas, acudiera en junio a una jornada informativa de la Mesa del Regadío de Córdoba.

«En esa reunión se plantearon algunas alternativas que nos parecieron interesantes, por lo que decidimos ponernos manos a la obra», recordó Antonio García, que solicitó un encuentro con Pedro Escribano, que desde el pasado 24 de mayo es el jefe de zona de la CHG en Córdoba y al que el regidor montemayorense agradeció ayer «su gran capacidad de trabajo y su sensibilidad hacia las necesidades que muestran nuestros agricultores».

La primera posibilidad que se barajó para tratar de paliar los efectos de la pertinaz sequía que sufre la Campiña pasaba por que los agricultores solicitaran el aprovechamiento de las aguas pluviales en la salida de la estación depuradora de Montemayor, en base a las autorizaciones anuales de riego que concede la propia CHG.

Sin embargo, la opción de aprovechar las aguas regeneradas en la misma depuradora es «infinitamente más positiva», en palabras del alcalde de Montemayor, ya que «los costes se abaratan, pues allí se cuenta con suministro eléctrico y, además, se aprovecharía mejor el agua». J.P. BELLIDO