El barrio de la Villa Cervantina de Castro del Río ha vuelto a brillar otro año más, teniendo como principal responsable de ello a la artesanía. Después de doce años, Ars Olea no es solo una feria de artesanía, ni tampoco es solo una de las ferias comerciales de Andalucía, sino que se ha convertido en tradición, en costumbre, y ahí es donde se encuentra su principal diferencia respecto a cualquier otra celebración similar.

Durante todo el fin de semana no ha dejado de brillar el sol en la Villa, es más, había quienes buscaban con toda ansia la sombra ante los más de 30 grados que proyectaba el sol. Todo ello es algo que ha contribuido a que Ars Olea haya estado un año más en el centro del mapa de la artesanía andaluza y española. La alcaldesa, Mª Ángeles Luque Millán, ha querido resaltar que desde el Consistorio castreño «estamos muy contentos porque se han cumplido e incluso superado todas las expectativas». Luque destacó el «buen ambiente y las buenas sensaciones que nos han transmitido quienes nos han visitado por primera vez».

Durante la clausura de la muestra se hizo referencia a la marca de identidad castreña, la madera de olivo. Y es que solo hay que pasearse por la feria y ver a los artesanos castreños de la madera como Lucas Bravo, Pedro Barea, Mariana Bracero; o de la enea como José Bueno, para darse cuenta de la magnitud y de la importancia que tiene este tipo de artesanía para el desarrollo y la evolución del municipio. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Castro del Río, Salvador Millán, quiso agradecer y destacar el papel que juegan los artesanos en Ars Olea. Millán aseguró que su labor hace que Ars Olea sea «un escaparate único, debido al valor añadido que supone que estos maestros de la artesanía sigan participando y aportando su sabiduría año tras año».

La artesanía y la madera de olivo han copado gran parte de la temática de esta 12ª edición de Ars Olea. Sin embargo, la música ha sido uno de los ejes principales de la feria. El papel de la música siempre ha sido trascendental en todas la ediciones de Ars Olea, y el grupo Jabar tiene parte de responsabilidad en ello. El viernes por la noche representaron un precioso, digno y justo homenaje al poeta de la generación del 98 Antonio Machado, siendo capaces de poner de pie al público e incluso arrancar alguna lágrima que otra. La tarde y la noche del sábado no se quedaron atrás, ya que tanto el artista castreño Juanlu Márquez, con la espectacular puesta en escena de su trabajo y su escuela de teatro, como la Asociación Maestros Villatoro y Algaba, con una conmemoración del V centenario de la vuelta al mundo, impregnaron la Villa de arte, cultura y música.

Por último, la coral Alfonso X El Sabio fue la encargada ayer de dar paso a la clausura con las melodías y las esencias que tanto les caracteriza. Tras el concierto y el acto de clausura, el maestro Joaquín Aguilera puso el broche de oro a esta gran feria artesanal con un maravilloso espectáculo ecuestre en el Patio de Armas del Castillo-Fortaleza.