Hablar en Córdoba de turismo y casas rurales es también hablar del denominado oleoturismo, aquel que vincula al visitante con el conocimiento sobre el terreno de los distintos aspectos relacionados con la producción de los olivares y del aceite de oliva, un sector especialmente importante en muchos municipios de la provincia, y de interés también en estas fechas navideñas justo en el momento en el que se está realizando la recolección y traslado de las primeras aceitunas a las almazaras.

En este marco, el perfil mayoritario del oleoturista que visita Córdoba es el de una mujer con edad media de 50 años, con estudios universitarios y con un nivel económico medio-alto. Así lo señalan los datos del estudio realizado por el grupo de investigación Economía del Turismo, de la Cultura y del Deporte de la Universidad de Córdoba (UCO) para conocer el perfil sociodemográfico y las motivaciones de las personas que visitan las zonas rurales de la provincia, con el objetivo principal de comprender y entender otros aspectos que rodean al mundo del aceite de oliva, entre ellos el oleoturismo.

Esta investigación, que se realizó a lo largo del pasado año y está basada en más de 700 encuestas válidas hechas en lugares clave del turismo rural cordobés, concluye la importancia que puede tener «la vertebración del oleoturismo como una actividad más para aquellas personas que visitan las zonas rurales de Córdoba», como afirman Salvador Moral y Enrique R. Salinas, miembros de este grupo de investigacion de la UCO.

Entre otros datos, este estudio señala que el 32% de los oleoturistas que recalan en Córdoba declaran obtener rentas superiores a los 2.500 euros. El 43% son españoles, y el resto de una veintena de países de todo el mundo, encabezados por franceses, que representarían un 28% en este estudio.

Buena parte de estos turistas se alojan en las distintas casas y alojamientos rurales de los municipios olivareros, aunque -como ocurre en el conjunto de todo el sector turístico cordobés y las tan ansiadas pernoctaciones- la mayoría de ellos siguen siendo principalmente excursionistas de un día, según apunta este informe. Entre las motivaciones que señalan los turistas para visitar una almazara o un olivar se encuentra, sobre todo, el conocer cómo se produce el aceite de oliva y degustar el mismo, acompañándolo con la gastronomía propia de cada zona rural.

Esta investigación también señala que la mayoría de las personas que visitan las almazaras y los olivares son consumidoras habituales de aceite de oliva en su lugares de residencia, «con lo que se refuerza la importancia que puede tener la potenciación de esta tipología de turismo como un instrumento para la promoción del propio aceite de oliva cordobés», apunta el informe.