Ayer concluyó en Bujalance uno de los eventos que giran en torno al proyecto de la Arquitectura del Sol, el Milagro de la luz de san Francisco, organizado por la concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Bujalance, que junto al otro evento que se celebra en agosto en la Catedral de la Campiña, tienen el objetivo de poner en valor el patrimonio histórico, artístico y cultural.

Así, durante los atardeceres del fin de semana y de ayer lunes, el templo parroquial de San Francisco se llenó de bujalanceños y numerosos visitantes, para presenciar este curioso efecto lumínico, que casi cinco siglos atrás dieñaran los constructores del templo. El espectáculo comenzó con un rayo de luz proyectado por el rosetón de la cabecera del templo, realizando un arco de luz hasta llegar a la imagen de san Francisco, situada en el altar mayor, hasta dejarlo totalmente iluminado, el instante culmen, mientras el resto del templo seguía en penumbra. Simultáneamente, las voces del Cuarteto Lírico Amigos de la Música, interpretaron temas religiosos, junto a poemas de Mario López. Se trata de unos atardeceres que cada año se repite.

Hacia 1530 los frailes franciscanos construyeron un nuevo convento en Bujalance, iniciando las obras de su iglesia, que decidieron orientar al punto del horizonte donde muere el sol en la onomástica de san Francisco. Para la ventana o rosetón sobre el pórtico se manejaron las dimensiones correctas para conseguir que la luz del sol, el día de la onomástica de san Francisco, coronase la imagen del santo que preside el muro del presbiterio, es el vespertino «Milagro de la luz».

Unido a este peculiar evento, como reclamo y atractivo turístico, se desarrolló también la primera ruta gastronómica Arquitectura del Sol, desde el viernes al domingo, en la que nueve restaurantes de la localidad ofrecieron productos, para degustar a un precio módico, las propuestas gastronómicas de cada establecimiento, Todos los clientes votaron a la mejor tapa.