Tras la marea feminista que llenó las calles de Córdoba y el mundo el 8-M, reclamando la igualdad entre hombres y mujeres, un «basta ya» cargado de emociones que unió a mujeres de toda condición y edad en un mismo fin, ayer quedaba la resaca y el deseo de que esto no pare aquí y se tomen medidas efectivas y eficientes.

Junto a las valoraciones institucionales del 8-M, el 9-M se convirtió en «la fiesta de la palabra de las mujeres», como dijo la directora de la Cátedra de Estudios de las Mujeres Leonor de Guzmán de la UCO, María Rosal, al abrir el maratón de poesía Voces de Mujeres, que llega ya a su 21º edición. La República de las Letras fue durante todo el día un fluir de personas de distintas profesiones que se acercaron a leer un poema de alguna poeta de su preferencia. Este año, el maratón se dedicó a 12 jóvenes poetas, de entre 20 y 24 años, estudiantes universitarias, cuyos poemas se recogen en unos tarjetones que se entregaron a quienes leyeron ayer poemas. El rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos; la delegada del Gobierno de la Junta, Esther Ruiz, y la delegada de Igualdad de la Junta, María Ángeles Luna, coincidieron en leer cada uno un poema de María Rosal.

El ¿ahora qué? tras la jornada reinvidicativa feminista se dejó sentir allí. La alcaldesa, Isabel Ambrosio, en una rueda de prensa previa, admitió que la jornada había estado «cargada de emociones», pues en el «ámbito personal te reconcilia con esta causa ver cómo se ha conseguido colocar un altavoz importante a lo que significa el 8 de marzo». Lo que más le «emocionó» de la jornada fue ver «a distintas generaciones, y a chicos y chicas jóvenes, que este asunto ya no les pasa desapercibido, que ya no se quedan quietos ni callados». Vicenta Pérez Ferrando, una de las primeras decanas de la UCO, dijo que tras el 8-M, «el feminismo deja de ser algo malo y ahora todas y todos podemos decir que somos feministas». Pero, además, destacó «la involucración de la gente joven» y el compromiso de exigir a «los gobiernos que apuesten por la educación como única vía para lograr una igualdad real». También Esther Ruiz, delegada del Gobierno de la Junta, destacó «el orgullo de que la juventud se echara a la calle» y subrayó la importancia de sguir insistiendo en la educación. El rector consideró «espectacular y sin precedentes la movilización», pero subrayó que esta jornada «no puede quedar en la anécdota, tenemos que tomar medidas desde las distintas administraciones para que las cosas vayan avanzando». En la UCO, dijo, «hemos dado pasos muy importantes buscando la igualdad de oportunidades»; «se han producido circunstancias para una mayor representación de la mujer en cargos académicos» y que «el periodo de lactancia no vaya en detrimento de su currículum ni abandonar cargos académicos». Para María Rosal, «ahora hay que continuar trabajando por los derechos de nosotras, que son derechos de la ciudadanía». Aseguró que el 8-M le resultó «emocionante» y habrá un antes y un después.