La mayoría de las agrupaciones del Partido Socialista en Córdoba han decidido acordar la lista de sus delegados al congresillo que se celebrará el domingo, un cónclave limitado exclusivamente a la elección de quienes representarán a los socialistas cordobeses en el 39 Congreso Federal del PSOE, que tendrá lugar del 16 al 18 de junio próximos y del que saldrá la nueva ejecutiva que acompañará a Pedro Sánchez, como secretario general, en su nueva andadura al frente del partido.

En concreto al congreso federal acudirán 22 delegados de la provincia de Córdoba y si, efectivamente, se respetan los porcentajes de las primarias --Susana Díaz obtuvo un 68% de apoyos frente al 27,1% de Pedro Sánchez-- habrá al menos 6 sanchistas en esa lista que podría encabezar el susanista Juan Pablo Durán, secretario provincial del PSOE, un término que no pudo confirmar ayer este periódico. Entre las caras conocidas de los sanchistas que irán al congresillo está la de Carmen Calvo, que ha estado al lado del nuevo secretario general y que acudió a Ferraz la noche del domingo para celebrar su triunfo.

El objetivo de estas listas de integración es que el próximo domingo, cuando en los congresillos provinciales se tengan que votar los delegados que cada uno enviará a Madrid, las listas reflejen de la manera más fiel los resultados de las primarias. Así, de media en Andalucía, la única comunidad española donde ganó Díaz, serían en torno a un 65% de los delegados para los susanistas, un 30% para los sanchistas y el resto para los de Patxi López.

EN CÓRDOBA // Las asambleas celebradas entre el miércoles y el jueves en todas las agrupaciones que el PSOE tiene en la provincia y las ocho con las que cuenta en la capital se han desarrollado sin incidencias. De ellas han surgido los 196 delegados que acudirán al congresillo (un delegado por cada 20 militantes), que se celebrará el domingo en la Facultad de Medicina de Córdoba.

Desde la dirección regional encabezada por Susana Díaz han optado finalmente por no marcar ninguna directriz para las votaciones y han optado por que cada agrupación decida. Otros barones territoriales -como Guillermo Fernández Vara en Extremadura, Ximo Puig en Valencia o Javier Fernández en Asturias- han aceptado la propuesta de Sánchez de pactar listas conjuntas, saltándose las votaciones de los congresillos.

En Córdoba, a falta de datos oficiales, que no han sido facilitados, la mayoría de las agrupaciones cordobesas han acordado sus delegados respetando el porcentaje de voto de las primarias que se obtuvo en esas mismas agrupaciones el domingo pasado. Solo en algunos casos, como el de la agrupación socialista Centro en la capital cordobesa, ha habido conatos para presentar listas alternativas de sanchistas, que finalmente no prosperaron.

Cabe recordar que Susana Díaz se impuso con holgura en la mayoría de las localidades cordobeses (todas las de mayor población, incluida la capital, a excepción de Montilla), mientras que Pedro Sánchez venció en 11 municipios como Hinojosa del Duque o Los Blázquez.

Al clima de entendimiento vivido en las agrupaciones cordobesas ha contribuido probablemente la modulación del mensaje de la presidenta andaluza y secretaria regional, que en principio estaba dispuesta a plantear batalla pero que ayer dejó bien claro que no exigirá a Pedro Sánchez que cuente con personas de su confianza en su nueva ejecutiva, como sí hizo la última vez, y tampoco peleará para que haya una cuota andaluza en la nueva dirección federal. «Yo no me voy a meter en la ejecutiva de Pedro, pero él tampoco en la mía», afirmó ayer Susana Díaz. «Me parecerá bien todo», apostilló. En declaraciones a los periodistas antes de participar en la sesión de control al Gobierno en el Parlamento andaluz, Díaz indicó que es Sánchez quien sabrá «el talento y la capacidad» de quienes decida tener junto a él en su Ejecutiva.

Los sanchistas, sin embargo, no terminan de creer que Díaz no esté influyendo en la votación de los congresillos provinciales y algunos sospechan incluso que ha podido dar orden a sus secretarios provinciales para que no cedan terreno a los críticos. Un extremo que la propia Susana Díaz ha negado, poniendo de ejemplo su propia agrupación de Triana. Hay sanchistas que, también, quieren «creer» en las palabras de la secretaria regional, aunque advierten: «No nos lo están poniendo fácil».