Se acerca el final de un curso universitario roto por la pandemia, un curso que nadie olvidará. Y que terminará no solo con cansancio por el esfuerzo realizado sino también con la tristeza de no poder despedir como se merecen a los alumnos que se gradúan en las diferentes carreras. En la Universidad de Córdoba, casi 2.000 alumnos se quedarán sin fiestas de graduación de momento, aunque algunos decanos barajan retomarlas para el inicio del curso próximo si se pudiese. Decanos y directores de los diez centros de la UCO admiten que estos actos, que suelen celebrar en el salon Juan XXIII del campus de Rabanales, son los más emotivos del curso, despiden a sus graduados entre familias y profesores orgullosos, con estudiantes que visten sus mejores galas para la ocasión.

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En la Escuela de Ingeniería Agronómica y de Montes (Etsiam) se gradúan los alumnos que obtuvieron su título de grado o de máster en el curso 2018/2019, un total de 111 estudiantes. Según su directora, Rosa Gallardo, «pensamos retrasar el acto, para celebrarlo, si la situación sanitaria lo permite, en una fecha en torno a San Francisco de Asís, 4 de octubre, patrón de los forestales». Suelen celebrar este evento por San Isidro, que es «el acto en el que todos los años la familia Etsiam hubiera estado reunida en su celebración por excelencia». Pero este año «hemos celebrado un San Isidro diferente, especial, pero quizá es el más importante que nunca hemos celebrado. Es el San Isidro de la solidaridad, en el que todo lo que ha ocurrido durante el año, que ha sido mucho, ha pasado a un segundo lugar, y las felicitaciones han sido para toda la familia Etsiam por su solidaridad, por haber entendido que es tiempo de ayudar y haber puesto la mirada en aquellos que más lo necesitan». Gallardo admite que «esta crisis ha puesto en valor algo estrechamente vinculado a este centro universitario como es la alimentación, y la Etsiam ha demostrado su compromiso con ella impulsando un proyecto colectivo, la Campaña Banco de Alimentos-Eisiam, que ha permanecido abierta durante un mes y que finalizó el día de San Isidro con la donación de 14.200 euros al Banco de Alimentos de Córdoba».

La Facultad de Ciencias del Trabajo tenía previsto celebrar su acto de graduación el pasado 22 de mayo, un acto común para los alumnos de cuarto curso de los dos grados, Relaciones Laborales y Recursos Humanos y Turismo. En torno a los 160 alumnos (90 de RRLL y 70 de Turismo) se han quedado sin fiesta de despedida. Su decana, Julia Muñoz, señala que «no queremos que se suspenda definitivamente, pero está claro que aún no podemos hablar de fechas». Explica que tradicionalmente, «es un acto muy emotivo. Acuden muchos familiares y amigos, el salón de actos del campus de Rabanales se llena. En el acto se entrega a los alumnos un diploma simbólico y se les regala la beca con los colores de su titulación, que lucen en el acto». Entre las muchas intervenciones, destacan las de los alumnos de cada uno de los grados «con unos discursos que están siempre llenos de emociones y vivencias de su paso por la facultad».

Acto entrañable

El acto de graduación de las titulaciones de Educación Primaria, Educación Infantil y Educación Social estaba previsto para los días 12 y 13 de junio en el salón de actos Juan XXIII del campus de Rabanales. Unos 500 estudiantes están pendientes de este momento especial sobre el que su decana, María del Mar García, admite que aún no han tomado una decisión respecto a si se pospondrá. Comenta que, realizado para cada titulación por separado, consiste cada año en «un acto entrañable, donde participan los padrinos y madrinas de cada titulación y el alumnado a través de los representantes de los grupos-clase, amenizados por la música del Coro Averroes». Todo ello, dice, «contribuye a un buen ambiente donde nuestros estudiantes veían recompensados sus años de esfuerzo». Más de 300 alumnos de la Facultad de Derecho y Ciencias Empresariales dejaron pasar también la fecha entre la última semana de abril y primera de mayo prevista para su fiesta de graduación. Su decano, Luis Miranda, señala que «este año, en caso de que las cosas relativas a la pandemia mejoren considerablemente, quizá podríamos hacer algo en septiembre u octubre: un acto más sencillo, pero igual de emotivo, y con un aforo más limitado».

En la Facultad de Ciencias ya tenían casi todo preparado para despedir a sus 190 alumnos de cinco titulaciones el próximo 27 de junio. «Es un acto al que tenemos especial cariño en la Facultad de Ciencias», señala su decana, María Paz Aguilar, y que espera poder celebrar más adelante. Por su parte, la decana de Veterinaria, Rosario Moyano, reconoce que este acto, que pensaban celebrar el pasado 16 de mayo para 147 alumnos, es «especial, supone el broche final de años durante los cuales los alumnos no solo se han formado, han pasado momentos de duro trabajo, han adquirido competencias y han conseguido graduarse, sino que también han crecido como personas, han tenido momentos de convivencia y de construcción de lazos de amistad. En nuestra facultad siempre se ha puesto mucho interés en la organización del acto de graduación y se cuidan todos los detalles».

La Politécnica

En la Escuela Politécnica de Belmez se gradúan 25 alumnos cuya fiesta de despedida hubiera sido este mes de mayo. «Es un acto muy emotivo en el que todos disfrutamos de un entrañable día con nuestros alumnos. El año pasado se ofreció una cena con alumnos y sus familias en la cafetería de la escuela de la que todos guardamos un gran recuerdo», señala Adela Pérez, subdirectora del centro. Por su parte, la Politécnica de Córdoba es la primera de la UCO cada año en despedir a sus alumnos. El 27 de marzo lo tenían previsto para unos 200 estudiantes que terminan este curso. Y en Filosofía pensaban celebrar siete actos para sus distintas titulaciones en junio para graduar a unos 300 estudiantes. Su decano, Ricardo Córdoba, señala que «finalmente lo vamos a suprimir».