La comisión de desembalse de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) aprobó ayer aumentar a 5.400 metros cúbicos por hectárea la dotación máxima para la actual campaña de riego, con lo que supone, prácticamente, disponer de un ejercicio normal de agua pese al déficit hídrico acumulado en la cuenca hasta abril al contabilizarse un 25% menos de lluvias respecto a la media de los últimos 25 años. Los 5.400 metros cúbicos suponen un aumento de 900 metros cúbicos más por hectárea respecto a lo acordado en la sesión de abril de la comisión de desembalse. El organismo gestor de cuenca precisó ayer que la dotación mejora por las lluvias de abril, un 68% superiores a la media histórica en este mes. No obstante, se mantienen los 1.260 hectómetros cúbicos para el riego de los cultivos de la regulación general, entre abril y septiembre, aunque podría incrementarse otros 30 o 40 hectómetros cúbicos si las precipitaciones de septiembre y octubre son reducidas.

La Confederación contempla también agua para riegos extraordinarios (45 hectómetros cúbicos) para superficies de regadío en precario que tienen infraestructuras de riego y otros 18 hectómetros cúbicos para los riegos de apoyo del olivar (1.000 metros cúbicos por hectárea), que beneficiaría de manera importante a zonas de la provincia de Córdoba.

El presidente de la CHG, Joaquín Páez, señaló ayer en rueda de prensa en Sevilla que «prácticamente» la totalidad de los usuarios de la cuenca «van a ver cumplidas sus expectativas». «Hemos tenido un año malísimo. En esta coyuntura, no podemos hacer grandes alardes en repartir el agua», remarcó Páez, que advirtió de las consecuencias que está teniendo ya el cambio climático en la cuenca del Guadalquivir. «Queramos o no, no va haber las mismas aportaciones de los ríos que hace 25 años», dijo el presidente de la CHG, que instó a los regantes a «interiorizar» los efectos que se van a producir. «Los recursos disponibles van a ser menores. Cada vez menos agua, más contaminada y una mayor erosión», indicó Joaquín Páez.

Desde el inicio del año hidrológico (1 de octubre) hasta el 30 de abril se habían recogido en la provincia de Córdoba 367 litros por metro cuadrado, lo que supone un 31,7% menos de lo registrado en los últimos 25 años (534 litros). En la actualidad, los embalses de la provincia almacenan 1.677,3 hectómetros cúbicos y se encuentran al 49,16% de su capacidad, lo que supone un descenso de 12 puntos con respecto al agua que contenían hace un año. Así, el 15 de mayo del 2018 el agua contenida en los pantanos de la provincia ascendía a 2.082 hectómetros cúbicos y estaban al 61%. La regulación general se encuentra al 48,12%.