El grupo municipal del PSOE ha respondido al alcalde, José María Bellido, que ya se opuso hace un año a la innovación del PGOU que afecta a Cosmos. El concejal Manuel Torralbo ha señalado a través de una nota que el grupo socialista mantiene su posición contraria a una innovación del PGOU para regular los ámbitos en que se puede realizar la valorización de residuos en el municipio de Córdoba, ya que, tal y como señaló la Junta de Andalucía, esa normativa ya está recogida en el actual PGOU. Torralbo ha pedido al equipo de gobierno un "tono" en sus intervenciones más acorde "con una ciudad como Córdoba" y que "deje de alarmar a la ciudadanía con mensajes impropios de quienes tienen la responsabilidad de gobierno".

Torralbo insiste en que esa posición es la misma que fue anunciada hace un año por la concejalía de Presidencia al entender que "tanto el informe realizado en su día por la Consejería de Salud como el posterior de la Gerencia de Urbanismo dejaban perfectamente clara cuál debe ser la interpretación del PGOU y que el actual marco normativo regula adecuadamente esta cuestión, sin necesitar por ello de innovación alguna".

El PSOE indica que hace un año aseguró que "no era el momento de generar incertidumbres e inseguridad jurídica con cambios normativos, sino de aplicar la normativa vigente, que era adecuada, y apoyar así al sector industrial en Córdoba para que crezca, sea competitivo y genere empleos de calidad".

El grupo municipal socialista añade que "el anterior equipo de gobierno dejó claro que las industrias de cuarta categoría, dentro de las que se englobarían las que valoricen residuos, debían estar fuera del núcleo urbano, en concreto en la Campiña", por lo que la mencionada innovación "quedó paralizada ya a principios de 2018, al entender que no tenía sentido, ya que desde el 2001 esta situación está recogida en el PGOU, tal y como reconocieron los informes solicitados a la Junta de Andalucía".

El PSOE recuerda que entre el 2001 y el 2018 se produjeron modificaciones normativas a nivel europeo en relación a las calificaciones industriales que precisaban una revisión general de la ordenación urbanística, más que una innovación puntual, además de que hacía falta clasificar suelo en la Campiña, en concreto en el entorno del complejo ambiental de Sadeco, para que se puedan instalar allí las industrias de cuarta categoría.