«Primero me enfadé, luego lloré y después me desesperé pensando en qué voy a hacer ahora», dice Mariló Carvajal, una periodista de 28 años que hasta el 31 de julio tenía contrato con la cadena de televisión 7-TV en Málaga, pero la empresa acaba de despedirla debido a causas económicas derivadas de la crisis del coronavirus. La situación en la que queda esta adamuceña es bastante crítica, «ya que he recibido una muy baja indemnización porque tenía contrato de media jornada». Tampoco puede cobrar el paro porque le faltan unos días para completar un año cotizado, por lo que no sabe cómo va a pagar sus facturas. Gracias al apoyo de su familia, está llevando esta situación con «más tranquilidad». «Después de dos semanas, lo voy asimilando», se resigna Mariló.