Jorge Ortiz Fernández, de 20 años de edad, es uno de los beneficiarios de las becas solidarias de matrícula. A caballo entre tercer y cuarto curso de Derecho, Jorge solicitó para este curso la beca general del Ministerio, pero le fue denegada «a causa de los altos requisitos», a su juicio. Por ello, solicitó esta beca propia de la UCO, de la que tenía conocimiento desde que comenzó la carrera a través del Consejo de Estudiantes de su facultad. En su caso, se le han concedido 447,12 euros, cantidad que tendría que haber pagado por su matrícula después de haber aplicado la bonificación de la Junta de Andalucía del 99% de los créditos aprobados en primera matrícula.

En este sentido, el también presidente del Consejo de Estudiantes de la UCO señala que «tenemos la gran suerte de que la beca solidaria también cubre los créditos de segunda y tercera matrícula». A su juicio, estas becas solidarias «tienen una gran importancia», porque permiten que muchos universitarios puedan seguir estudiando, ya que, «si bien es verdad que 500 euros no parece una cantidad inmensa, la realidad social es otra, y en muchos casos sería un coste inasumible».