El director de Ayre Hotel Córdoba, Alejandro Navarro, considera que, aunque la coyuntura actual del sector turístico es positiva, «no hay que olvidar de dónde venimos, que es de una situación de crisis que hizo que muchas empresas tocaran fondo». Ahora, apunta, «la fotografía es bonita, porque llevamos años de crecimiento, pero hay que tener presente que más bien estamos recuperándonos». Según Navarro, Córdoba «está de moda» y se ha situado en el mapa turístico nacional e internacional debido en buena parte, a su juicio, a la declaración de los patios como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. «Estamos en el top de las ciudades patrimoniales, y eso se nota en el turismo». Entre los puntos débiles, Navarro alude al «crecimiento desmesurado de las viviendas turísticas, tanto regladas como no, lo que nos está impidiendo tener datos reales a la hora de tomar decisiones». El responsable de Ayre Hotel indica que «no tiene sentido que Córdoba solo exista en mayo, que precisamente es el mes en el que estamos más congestionados». Navarro hace hincapié en que «tenemos una suerte con el clima, de manera que desde septiembre a principios de diciembre y desde últimos de febrero hasta junio es un lujo visitar la ciudad», y añade que «somos más que la Mezquita, la Judería y la dieta mediterránea». A su juicio, uno de los puntos débiles de Córdoba es que hay ciudades con mejor márketing, como Sevilla o Granada, lo que provoca que la capital cordobesa quede como un lugar de paso. «Eso hay que invertirlo», insiste Navarro.