Las visitas turísticas que genera la Mezquita-Catedral supusieron el año pasado una inyección económica para Córdoba de 406 millones de euros, entre lo que genera el propio monumento y la actividad derivada del turismo cultural que viene atraído por él. Esa es una de las principales conclusiones del informe elaborado por el equipo de Estudios y Análisis Económico de la Universidad Loyola Andalucía, encabezado por el profesor Alejandro Cardenete, a petición del Cabildo, que se presentó ayer en presencia del deán de la Catedral, Manuel Pérez Moya.

El estudio parte del dato de visitas que recibió el monumento a lo largo del año, 1,9 millones, lo que supone un incremento del 5% respecto al año anterior. Según el Cabildo catedral, los ingresos generados por estas visitas ascienden a 12 millones de euros, una cifra global en la que no se desglosa lo que corresponde a ingresos derivados de la visita al monumento (el precio estándar de la entrada es actualmente de 10 euros) y los que proceden de la visita nocturna (18 euros). En cualquier caso, el informe señala que, según los datos aportados por el Cabildo, del dinero ingresado la Iglesia gastó 11,5 millones: «El 62% se destinó a la compra de bienes y servicios y el 38% restante, al pago de sueldos y salarios del personal contratado por el Cabildo, lo que supone un 44% más que en el 2013 (fecha del primer informe sobre el impacto económico del monumento realizado también por Loyola)».

El salto entre esos 11,5 millones y los 406 de los que habla el informe, Alejandro Cardenete y su equipo lo explica a partir de estimaciones, a partir de datos extraídos de distintas fuentes oficiales, sobre el número de turistas culturales que visitaron Córdoba en el 2017 y que tienen como principal objetivo visitar la Mezquita (0,6 millones, de los cuales 0,32 millones fueron nacionales y 0,28 millones, extranjeros), así como el gasto medio diario que realizan (61,34 euros para los nacionales y 75,34 euros para los extranjeros) en función de los días de estancia media. En cuanto a la estancia media por turista, el informe realiza el cálculo a partir de la estancia media estimada por el Instituto Andaluz de Estadística, que la sitúa en 3,5 días y no en 1,6, como es habitual, al parecer, porque en su cálculo incluye las estancias en alojamientos extrahoteleros y en viviendas turísticas, según los autores del informe. El cómputo de estos indicadores elevaría la cifra inicial a 156,2 millones de euros generados por el turismo que visita Córdoba con el deseo prioritario de ver la Mezquita. ¿De dónde salen entonces los 406 millones de euros de impacto económico? Según Cardenete, de aplicar «un modelo económico multisectorial elaborado a partir de una base de datos estadística llamada Matriz de Contabilidad Social que recoge las transacciones económicas entre los distintos sectores productivos y agentes económicos». Aplicado tal coeficiente, que se escapa a la comprensión de los no entendidos en cálculos estadísticos, el resultado es que «la economía cordobesa aumentó un 1,46% su PIB provincial (406 millones) gracias a las visitas a su principal monumento». El informe habla además de que tal incremento habría permitido generar 782 puestos de trabajo y un incremento de los ingresos facturados en sectores como el turismo, transportes, comercio o suministros, entre otros.

REUNIÓN A PUERTA CERRADA // Por último, Alejandro Cardente informó de que el estudio se ha completado con un análisis de debilidades y fortalezas del monumento realizado en un encuentro a puerta cerrada, previa firma de un documento de confidencialidad, en el que participaron 12 expertos vinculados al sector turístico (CECO, Hostetur, Agencias de Viajes, Aehcor, Imtur, Cámara de Comercio, Asento, Patronato de Turismo, AJE, entre otros). En rueda de prensa, Cardenete destacó «el consenso general, incluido el Ayuntamiento (acudió Pedro García, informaron) sobre la gestión profesional que realiza el Cabildo del monumento en comparación con otros y en que la gestión debería continuar en manos de la Iglesia». El profesor apuntó como debilidad las críticas a la «gestión anticuada del monumento centradas en el poco uso de las tecnologías o las restricciones en la plataforma de comercialización». Como fortaleza, apuntó el consenso existente sobre «el buen mantenimiento del edificio». En dicha reunión aseguraron que nadie puso sobre la mesa el tema de la titularidad de la Mezquita.

El teniente de alcalde de Turismo de Córdoba y presidente del Imtur, Pedro García, mostró ayer su «indignación» ante las declaraciones de Cardenete en relación con dicha reunión. «Para empezar, si el encuentro era confidencial, no sé por qué sale mi nombre», explicó, «y para continuar, no es verdad lo que han dicho». Según García, que cuestionó las conclusiones del informe «teniendo en cuenta que no hay datos oficiales sobre visitas ni sobre ingresos del monumento, una cuestión sobre la que hay un total oscurantismo y solo sabemos lo que el Cabildo dice al respecto», en dicha reunión «no hubo consenso alguno sobre que la gestión del Cabildo fuera tan buena». Tras asegurar que pedirá a Loyola el vídeo de su intervención, dijo que «la opinión que sí fue unánime fue la de criticar cómo se está intentando ocultar la esencia musulmana del edificio con la sobreexposición de temas católicos, pese a que es público y notorio que los turistas vienen a ver la Mezquita y no la Catedral».

El presidente del Imtur, al igual que otros agentes presentes en la reunión como Pedro Pablo Fernández, presidente de Asento, han coincidido en que «todos criticaron que el Cabildo no colabora ni gasta un euro en la promoción de la ciudad o la Mezquita ni tampoco acude a las ferias turísticas para presentar el mayor monumento de Córdoba».

Por último, expuso que los agentes del sector denunciaron también «la negativa del Cabildo a colaborar con el turismo y con la ciudad ofreciendo productos como tarjetas turísticas o paquetes que incluyan la Mezquita». Al respecto, el deán de la Catedral, Manuel Pérez Moya, recalcó en rueda de prensa que «hay cuestiones que no son posibles, como la venta anticipada de entradas, porque la principal función del monumento es la de Catedral», por lo que cualquier actividad pastoral tiene preferencia frente a la explotación turística del edificio.