El hombre que increpó a la Corporación municipal en el pleno de octubre, del pasado día 10, se pondrá en huelga de hambre a partir del lunes. Este hombre, Marcos L.G., de 43 años de edad, iniciará esta protesta a las puertas del Ayuntamiento de Córdoba para pedir "un trabajo y una vivienda dignos", según ha hecho saber a este periódico. Para ello, solicitó ayer el permiso pertinente ante la Subdelegación del Gobierno y está a la espera de que le den vía libre para iniciar la huelga de hambre que no interrumpirá, dice, hasta ver cumplida su exigencia.

"No estoy pidiendo una paga, estoy pidiendo un trabajo, estoy fuerte para desempeñar cualquier tipo de trabajo", ha declarado Marcos, al que ayer, después de los hechos ocurridos en el pleno y de volver a increpar al alcalde a las puertas de Capitulares, le fue denegada la entrada al Ayuntamiento de Córdoba. "Se le niega la entrada a un ciudadano en la casa de los cordobeses, no se entiende", opiña, al tiempo que afirma estar "cansado de todo". "No voy a soportar ni un día más de esclavitud, estoy cansado de subirme a andamios sin asegurar, de manipular herramientas sin asegurar. No hay más que piratería en Córdoba por todos lados", añade para criticar la política municipal que, a su juicio, solo se dedica a organizar festivales y a cambiar el nombre de las calles.

En el pleno, a gritos, este hombre, que acompañaba a dos mujeres que han pedido a lo largo de dos semanas una vivienda a las puertas del Ayuntamiento y que ya fueron recibidas por el alcalde, José María Bellido, animó a los ediles a visitar su barrio, donde, según ha explicado, viven familias en infraviviendas, hay ratas y peleas de perros. "Estamos cansados. Huelen a colonia buena y ropa cara, pero estamos cansados de convivir con gentuza", dijo, para abandonar a continuación por su propio pie el salón de pleno.