La investidura de Joe Biden como nuevo presidente de EEUU representa para muchos «la esperanza» frente a un oscuro período marcado por la polarización política, la xenofobia, los ataques reiterados a la democracia occidental, la desinformación y, por supuesto, la pandemia. Los cordobeses David Páez, Ángela Marcobal Barranco y Martín Rodríguez analizan desde sus vidas en el país norteamericano el contexto post-Trump, la crisis del covid-19 y el auge de las fake news.

David Páez es doctor en Biología Molecular y actualmente trabaja como bioinformático en Mammoth Biosciences, una de las empresas punteras en investigación de métodos de diagnóstico molecular para enfermedades respiratorias, entre otras, ahora, el covid-19. El pasado 20 de enero fue el aniversario de su llegada al país 11 años atrás junto a su mujer «en un contexto completamente diferente». La suya ha sido una carrera de fondo que les ha permitido estabilizarse laboralmente y vivir en una casa independiente, en un barrio tranquilo, donde pueden disfrutar cómodamente junto a sus dos hijos algo, expresa, que les ha facilitado el día a día durante la pandemia del covid-19. Allí el confinamiento no ha sido estricto pues se les ha permitido, entre otras cuestiones, hacer deporte, salir al aire libre, ir a los parques con los pequeños.

Aunque las cifras en EEUU con respecto a la pandemia son especialmente preocupantes, la incidencia es dispar en cada estado, distrito, barrio. En la zona de Páez, la incidencia acumulada ha sido mínima y, actualmente, es de 7 por cada 100.000 habitantes. De estos meses, cuenta, una de las cosas que peor están sobrellevando es el no poder venir a España y no ver el fin de la situación. Él intenta compensar la incertidumbre con la alegría que le está brindando el ámbito profesional, donde la empresa en la que trabaja ha experimentado una evolución «enorme» desde que comenzara la pandemia. «Por un lado, está bien, pero por otro piensas que es a costa de una situación lamentable», añade.

En cuanto al cambio de gobierno, cuenta que vivieron la reelección de Obama y el golpe del ascenso al poder de Trump que, confiesa, les fue bastante inesperado. «La victoria de Trump nos abrió los ojos la realidad más conservadora EEUU, que está ahí y que se ha ido radicalizando poco a poco». Durante el gobierno de Trump, hemos vivido la fractura de muchas capas políticas y sociales; hemos sido testigos del auge del supremacismo blanco, la brutalidad policial, la xenofobia. Sobre Biden, considera que no se va a producir una gran disrupción con respecto a las políticas de Obama, pero que su misión ahora es «reparar daños». Señala como uno de los grandes puntos fuertes del gobierno a su vicepresidenta, Kamala Harris. «El hecho de que sea una mujer, joven, con otro tipo de visión política, puede suponer un impulso muy positivo para el país», concluye.

En este sentido, la biotecnóloga Ángela Marcobal Barranco, que posee la doble nacionalidad española-estadounidense y vive en San Francisco (California) desde hace 16 años con su marido y sus hijas, cuenta que han vivido el cambio de gobierno con «optimismo», pero -asegura- pasaron «miedo tras el asalto al Capitolio pues era imposible saber qué iba a pasar después». A pesar del miedo, confiesa Marcobal, este acontecimiento no les sorprendió.

Para ella, las redes sociales han tenido un papel determinante en la polarización de la sociedad. «Cuando solo consumes las noticias afines a tu ideología, generas una burbuja de información en la que solo retroalimentas tus propios intereses, sin que haya hueco para la reflexión, esto es lo que ocurre», asegura. La situación se agrava cuando hay una pandemia de por medio. «Como científica, me preocupa bastante que las personas generen, por ejemplo, una predisposición con respecto a la vacunación por un WhatsApp que han recibido». Su postura frente a la vacunación es clara: hay que vacunarse y es la única forma de luchar contra el covid-19. «La vacunación está muy avanzada; muchas personas a mi alrededor ya están vacunadas o con citas para la vacunación y la previsión es que para abril ya estemos todos vacunados; creo que en eso estamos algo mejor que España», apostilla. La solución frente a esta problemática -considera Marcobal- pasaría porque las grandes empresas tecnológicas tomaran partido como han hecho -tarde, en su opinión- con la suspensión de cuenta de Twitter de Trump o con la alerta sobre la información del covid-19 en Instagram. «El mejor remedio contra la desinformación es la información y, por supuesto, la educación», sentencia.

Por último, Martín Rodríguez, de Belalcázar, que se dedica a la exportación e importación de vinos españoles en Miami (Florida), donde vive desde hace doce años con su mujer y sus dos hijos cuenta que, durante la pandemia, muchos estadounidenses están haciendo «vida normal, pero con mascarilla». En Miami, los casos están disparados con casi 12.000 casos diarios y, comunica, ya se ha alcanzado los 1,6 millones de contagios en una población de más de 21 millones de habitantes en Florida. El cordobés valora la facilidad que existe para realizarse una PCR u otras pruebas diagnósticas del covid-19 y la agilidad para ofrecer los resultados como «una buena estrategia para controlar el avance de la pandemia». No obstante, señala en la línea de Marcobal, «en EEUU aún hay personas que creen que el covid-19 no existe» y esto está suponiendo un grave problema para frenar los contagios.

Con respecto al ascenso al poder de Biden, Rodríguez señala que «se ha respirado un ambiente muy tenso porque había miedo e incertidumbre sobre qué podía pasar», pero después de la ceremonia de investidura, «se ha recuperado la ilusión». De Biden espera «que apueste por una política de conciliación frente a la de confrontación de Trump y que la economía pueda seguir evolucionando como antes de la pandemia».