El proceso para el cambio del nombre de 13 calles de Córdoba por sus reminiscencias franquistas y la eliminación de dos más que simplemente desaparecen del nomenclator (la del General Franco en Alcolea y la glorieta de los Artilleros), que está promoviendo el Ayuntamiento de Córdoba, tendrá que solventar dos demandas que han llegado a los juzgados de lo Contencioso-Administrativo. Las demandas, planteadas contra el acuerdo del pleno de febrero, en las que el Ayuntamiento se ha personado son, por un lado, la que anunciaron en julio conjuntamente la Asociación Campera y del Rejoneo Antonio Cañero y la heredera del rejoneador, Aurora Cañero, por el cambio de nombre de la plaza de Cañero, y una presentada por los familiares de José María Rey Díaz, que también han llevado al juzgado la eliminación del nombre del cronista.

En el caso de estos dos personajes de la historia local, la comisión de la Memoria Histórica propuso la eliminación de sus calles por el papel jugado por ambos en la Guerra Civil en Córdoba y en los años posteriores. Por contra, la asociación vinculada con el rejoneador Antonio Cañero (1885-1952) defiende su papel en el mundo taurino y niega que fuera un genocida; mientras que los familiares del que fuera delegado de Beneficencia y Cementerios, José María Rey Díaz (1891-1963), subrayan su labor pedagógica, su preocupación por la infancia desprotegida y por el patrimonio, frente a otras consideraciones.

El proceso para el cambio de nombres se encuentra actualmente a la espera de que la Gerencia Municipal de Urbanismo defina cuál será la propuesta que elevará al consejo rector de este organismo, que es el que decidirá finalmente. Para facilitar este trabajo, el Consejo del Movimiento Ciudadano seleccionó entre tres y seis alternativas por calle de entre las más de 270 propuestas presentadas por colectivos y particulares a lo largo del verano.

Para el caso de la calle cronista Rey Díaz, el Consejo del Movimiento Ciudadano ha propuesto el nombre del librero Rogelio Luque, fusilado en 1936 a los 39 años; Catalina Hernández de Córdoba; el historiador Teodomiro Ramírez de Arellano, autor de Paseos por Córdoba, o el arquitecto José Rebollo Dicenta. Por su parte, la asociación de vecinos Cañero Nuevo impulsó en marzo una consulta popular para sustituir los nombres de las calles eliminadas en su barrio, que ha respetado el Consejo del Movimiento Ciudadano. Así, los vecinos votaron a favor de que la plaza pasara a llamarse San Vicente Ferrer (como la parroquia y el colegio). A este nombre se suman dos alternativas más: Aixa y Derechos Humanos.