Isabel García Gil ha sido una de las mil personas que en los últimos años se han beneficiado de un ensayo clínico en el hospital Reina Sofía, con la participación estrecha y creciente del Imibic. En su caso fue un ensayo clínico en fase III para afrontar un cáncer de mama. A Isabel le diagnosticaron cuando tenía 35 años, en el 2010, que tenía un pequeño tumor y su oncólogo, Juan de la Haba, le informó de la posibilidad de recibir dos fármacos correspondientes entonces a ensayos clínicos, el trastuzumab y el pertuzumab. Ese tratamiento se le administró a lo largo de seis sesiones de quimioterapia. En la operación a la que se sometió en el Reina Sofía se constató que el cáncer había desaparecido e Isabel completó su tratamiento con 15 sesiones de radioterapia, una vacuna durante un año y una medicación que se prolongó otros cinco años. Siete años después de empezar a afrontar el cáncer, recibió el alta, sin necesidad de tener que tomar ya más fármacos, solo las revisiones y mamografías periódicas. Isabel resalta la importancia de los ensayos clínicos. «Han ayudado a salvar muchas vidas en los últimos años», destaca y añade que «lo importante» es informarse bien sobre el ensayo clínico en el que se va a participar, consultar cualquier duda con el especialista y confiar en que si ofrecen esta alternativa es por que piensan que es la «más beneficiosa» contra la enfermedad.