El Archivo Histórico municipal, memoria de los últimos ocho siglos de la ciudad, no se quedará anclado en el pasado, sino todo lo contrario, evolucionará. La casa que custodia los documentos que atestiguan el devenir de la ciudad desde el siglo XIII está siendo sometida a una ambiciosa reforma. La antigua casa de los Guzmanes, una joya del siglo XV ubicada en la calle Sánchez de Feria, se va a someter a una remodelación que preservará sus valores patrimoniales, la dotará de mayores medidas de seguridad aún y contribuirá a potenciar las tres funciones de un archivo, la de custodiar un importante legado, prestar un servicio a los que necesiten cualquier documento y la de difundir la riqueza histórica presente tanto en el inmueble como en los tesoros que alberga.

Firmada el acta de inicio

El acta de replanteo ya está firmada entre Urbanismo y la adjudicataria, la UTE formada por Magtel Operaciones y Martín Casillas, que hará los trabajos por 1,8 millones y en un plazo de año y medio. Hasta ahora no se ha percibido movimiento en el edificio, que permanece cerrado a cal y canto, aunque ya se han realizado las primeras tareas de este proyecto redactado por Urbanismo e impulsado por el área de Presidencia, que irán a más a medida que pasen los días.

Llegar hasta aquí no ha sido fácil. A la espera propia del concurso convocado hace casi un año, se suma el tiempo que ha transcurrido desde que el Ayuntamiento trasladó la biblioteca, que estaba allí ubicada, al Marrubial, momento en el que se vio necesaria una adaptación del edificio a la función exclusiva de archivo. En el 2012, el Ayuntamiento hizo una encomienda de gestión a Urbanismo, que un año después, en el 2013, ya tenía un anteproyecto. Después, en el 2014, redactó un proyecto de actuación para mejorar la sala de consultas, que se acometió entre el 2015 y 2016. Un año después, en el 2017, el proyecto de rehabilitación del Archivo Histórico quedó redactado definitivamente. Paralelamente, ha habido que modificar la ficha de este inmueble en el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico para intervenir.

Trabajo previo

En ese devenir «existe un trabajo escondido durante mucho tiempo, necesario e imprescindible», según relata la arquitecta de Urbanismo María del Carmen Chacón, autora del proyecto junto a Javier Valverde, que explica que la filosofía perseguida ha sido, además de tener en cuenta al personal que trabaja en el Archivo, priorizar «el depósito de los documentos y su protección y hacerlo compatible con el funcionamiento del edificio, con la recuperación del patrimonio, intentando sacar el mayor partido, y ponerlo al servicio de la ciudad».

Antes de llegar a este punto, los responsables del proyecto han hecho un minucioso estudio del edificio, que, según indica la directora del Archivo Histórico, Ana Verdú, es «el segundo municipal más antiguo de Córdoba tras el Alcázar», y de sus elementos constructivos. También se ha llevado a cabo una valoración de los documentos que pueden salir del archivo y guardarse en los distintos depósitos administrativos que tiene el Ayuntamiento.

Nueva distribución

Tras esta intervención, el Archivo Histórico contará en su planta baja, y en el entorno del segundo patio, con una sala de exposiciones destinada a mostrar el patrimonio documental, que ocupará un espacio usado hasta ahora como depósito, y con un aula divulgativa de ese legado, que se habilitará en el despacho que ha estado utilizando la directora, que destaca «por su artesonado de gran valor y los ajimeces de sus ventanas», señala Chacón. Con esos dos espacios nuevos, y según Verdú, «podemos explicar el patrimonio documental y, después, ver muestras del mismo enfrente». Los documentos seguirán archivados «en la primera crujía» y en la entreplanta y «el segundo patio se dedicará a un uso divulgativo», señala Valverde. De esa manera, indica Verdú, se cumplen las funciones de un archivo, «custodiar, servir y difundir».

Otra de las novedades será el taller de restauración que irá en la planta primera, de forma que todo quedará integrado en el edificio. El taller está ahora en El Arcángel. En esa misma planta estará el despacho de dirección y habrá un aula de interpretación histórica. El proyecto recupera la galería alrededor del segundo patio en esa planta, en la que se colocará una escalera junto al taller. Para ello, y según señala Valverde, «nos hemos basado en la planimetría del estado original del edificio cuando lo compró el Ayuntamiento». Tanto en la planta baja como en la primera habrá espacios de uso administrativo.

Sistema de protección

Además de la renovación de las instalaciones, la intervención contempla un nuevo sistema de protección para impedir la combustión accidental en el depósito de documentos, que, en palabras de Chacón, «será un seguro de vida» para este importante legado. Javier Valverde explica que el sistema «rebaja el nivel de oxígeno en el ambiente e impide que se produzca la llama». Además, añade Verdú, se producirá el «control de la temperatura y de la humedad para la conservación, que varía según las zonas». Es más, Chacón señala que habrá una especie de «cámara frigorífica para un determinado material».

Restauración

Importante será también la restauración de elementos patrimoniales como los alfarjes de madera del artesonado que se encuentran en el entorno del segundo patio, que han sido analizados a fondo previamente. La labor restauradora llegará también a los escudos de la fachada y a los tres ajimeces. Las tareas realizadas han permitido datar entre finales del siglo XIV y principios del XV la celosía de la ventana de la futura sala de exposiciones. La intervención, que requerirá control arqueológico, prevé asimismo la restauración del brocal de un pozo y de dos fuentes.

Tras los estudios previos de la cimentación y de la estructura del edificio, se acometerá también un refuerzo de la misma. La actuación prevé medidas para mejorar la accesibilidad y, según explica Valverde, «aprovechando los huecos de la fachada, se hará una segunda puerta de acceso» al inmueble. Eso se logrará prolongando el hueco de la ventana que está en el mismo punto en el que se encontraba la entrada a la casa número 8. Todo se completará con la limpieza y protección de la vegetación existente.

Toda esta obra se llevará a cabo sin interrumpir el servicio, gracias a la mudanza de la zona administrativa que ya se hizo al inmueble colindante. Si no hay retrasos, en el 2020, Córdoba podrá disponer de un Archivo renovado, continente de una historia que evoluciona.